lunes, 7 de septiembre de 2009

Maradó ya no es Dios

Supongamos que fue cierto que en sus tiempos de jugador Maradona haya sido Dios. Supongamos que esa deificación haya sido metafórica pero fundada. Supongamos que en niveles de comparación con los privilegiados dioses o ángeles que componen La Biblia del fútbol él haya sido el más Dios, superando a Distéfano y Pelé, y todavía más a Cruijff, Beckenbauer o Bobby Charlton , etc. Supongamos que la prueba de sus varias resurrecciones biológicas extendieron su deificación hasta cuando ya había colgado los botines. Supongamos que aún a pesar de que el género fútbol logra tal fanatismo y sinrazón que evoluciona hacia el reino animal con entusiasmo, finalmente “Maradó Dios” ha sido acercado a la corteza terrestre. Y que ya reubicado en este estado terrícola es el responsable del destino del seleccionado del fútbol argentino. Entonces ¿ Perder no es una de las chances de toda apuesta humana? ¿Brasil no es el mejor o uno de los mejores equipos del mundo? ¿No se sabe de antemano que si un equipo quiere jugar bien el otro trata de impedírselo y viceversa, y a veces uno logra su objetivo y gana? “Maradó” terrícola no pudo y sus jugadores de este planeta tampoco. No pudieron -y ese es su infortunio- producir ese cambio de humor que la sociedad les estaba exigiendo. O implorando. Supongamos que hubieran ganado. Que hubiéramos ganado. Supongamos la catarsis de entusiasmo y amor y pasión. La idolatría, el triunfalismo, y la Argentina unida fraternalmente. Como si de pronto una magia extraordinaria amansara en sus residentes sus maníacas quejas y rabietas. Y los eximiera de sus insatisfacciones desproporcionadas.
Sí, desproporcionadas: cuando más se tiene más se reclama. Porque hasta las exigencias están concentradas, como la riqueza, en un sector que no predica la comprensión contextual sino solo lo que pasa en su propia cancha. Supongamos que la selección perdió porque perdió. Supongamos que aunque hubiera ganado, la Argentina todavía no habría ganado. Hay muchas más cosas en juego que una pelota. Y si la pelota es la metáfora de la Argentina actual estaríamos fritos. Pero por más que el fútbol en su climax irracional, en su momento culminante nos empuje más hacia el primate que hacia el sapiens, deja siempre neuronas intocadas que vuelven a reproducirse. Hubiera sido más lindo que se ganara en la cancha de fútbol. Pero el partido de ideas está ahí, continúa. Y los argentinos forman varios equipos disputándose una forma de vida. Es natural que en todo campeonato haya pasiones y fricciones. Lo que no es natural es que haya argentinos con espuma en la boca o con tapones con púas. Maradó es humano. Todos nosotros también.
Supongamos que hoy estuviésemos felices saltando cada uno en su casa y su trabajo, y todavía con el televisor encendido por si se siguen pasando las imágenes del hipotético triunfo. Pero no. Hay que hacerse cargo de la mufa. No nace sola. La mufa es un compendio de ilusiones mal puestas y peor destinadas. La selección puede desquitarse. Pero la Argentina, la de nosotros los argentinos de ahora, no sé. Somos adictos a la mufa. En el partido grande ibamos ganando y parecíamos felices. Y armamos un “cabaret” por nostalgia y abstinencia de mufa. Salvarse no es como antes: ya no depende del fútbol. Ni el responsable es Maradó.


Carta abierta leída por Orlando Barone el 7 de Septiembre de 2009 en Radio del Plata.

10 comentarios:

  1. Adictos a la mufa: muy cierto Orlando!
    Vuelve a ser un gusto leerte a diario.
    Mejoró la contractura muscular?

    ResponderEliminar
  2. El dia que les demos a las cosas las propocionalidades correspondientes, ese dia seremos un pais sano.Ahora somos un proyecto inmaduro,que fluctua entre picos y valles,lejos del amesetamiento y las variaciones lentas ,tanto hacia arriba como hacia abajo de sus variables y no se prioriza los valores que unen y amalgaman una sociedad,en donde conceptos como:la importancia de la vida(en toda sus manifestaciones),la solidaridad,el trabajo,la paciencia,la cultura,el buen ejemplo,el sentido de la finitud,son la materia prima de esa amalgama
    un gran abrazo de un seguidor desde sus tiempos de columnista de La Nación

    ResponderEliminar
  3. Orlando, ojalá que ya te hayas curado -y que hoy estés en 6 7 8-.
    La carta me pareció muy buena, como siempre.

    ResponderEliminar
  4. Qué placer leerlo Orlando.Qué justas son cada palabra suya.
    Me sumo al deseo del resto de los compañeros por su mejoría "contracturil".Vamos que esta noche queremos verlo en 6,7,8.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Claro que lo veremos esta noche en 6 7 8. Què suerte que se mejorò y està de nuevo con nosotros. Lo estamos esperando. Abrazos!!

    ResponderEliminar
  6. Hace más de una década caminaba por las calles de Hanoi siendo imposible pasar desapercibido. Recién levantado el embargo por parte de EEUU, no era común ver occidentales. Recuerdo en los andenes de la estación inmediata al puente Paul Doumer sobresalir dos cabezas a la masa de gente agolpada mirándome.

    Un vietnamita se me acercó mientras caminaba por la vereda del Hanoi Hilton Hotel, la cárcel de los tiempos de la colonia francesa donde luego los vietnamitas encerraron a los pilotos de la USAF derribados en el norte.

    Me preguntó en inglés de dónde venía. Le pronuncié "Argentina" de las formas más chinas que encontré. Sólo entendió cuando dije "Maradona".

    Ese día entendí que lo de Maradona nos superaba a todos los argentinos. Que no había forma de acumular méritos ni para llegarle a los talones y que ni siquiera el propio Maradona y todos sus posibles fracasos por venir podían boicotear su lugar en el Olimpo, su condición de hombre universal.

    ResponderEliminar
  7. Con "Maradó" en el banco, le han quitado a la tribuna su grito de fastidia, su expresión de mufa.
    Otro sutil y efectivo movimiento de Grondona, para que "TODO PASE" y él siga quedando.
    Volverá el "que se vayan todos" o "Estoy crazy?" ???

    ResponderEliminar
  8. Como a Che Genetic, pero en Praga, nos ocurrió algo parecido. El año pasado con mi compañero estuvimos paseando por esa bella y gris ciudad.
    Con un idioma incompresible y, un inglés más que pobre por parte de los ciudadanos comunes –quebrados en su mayoría por el capitalismo-, la comunicación con los checos resultó muy complicada.
    Recién llegados, y sin tour mediante, una vecina muy amable nos indicó, más con señas sobre el mapa que con palabras, la calle donde estaba el hostel. Tenía 11 consonantes y 3 vocales, imposible de pronunciarla, pero tratando de memorizarla, fue nuestro primer frustrado encuentro.
    Ansiosos por conocer un poco la realidad social y la mirada popular, a partir del cambio político, intentamos comunicarnos en inglés con unos cuantos ciudadanos en distintos puntos de la ciudad.
    No tuvimos suerte en conocer profundamente al rígido pueblo checo. Las tristes miradas de los más grandes y los "mendigos" de mediana edad, expulsados del sistema comiendo de la basura, nos dejaron un sabor amargo de esta visita.

    Caminando por el centro, en un kiosco de diarios, donde también vendían encendedores, al que tuve que señalar con el dedo, porque el señor no comprendía mi negado inglés, el dueño del local y un vecino dijeron ¿italianos? NOO, ARGENTINOS respondimos al unísono. Ellos dijeron: “Maradona”. Nosotros: yes, too Che Guevara, Evita, Perón! Ellos: Río de Janerio", nosotros: noo... Buenos Aires!

    Pese a nuestra insistencia en tratar de describir alguien o algo más que pudieran identificar con nuestro país, no logramos salir de Argentino-Maradona.

    También, en ese momento entendimos que nuestro “Maradó” nos superaba en todos los aspectos.

    “Y todo el pueblo cantó…Maradó, Maradó…”

    ResponderEliminar
  9. Mucho gusto Orlando, soy Daniel Lago, encargado de la librería Zivals, en Callao y Corrientes, pero, además conductor de un humilde programa de radio. Mi admiración hacia su apertura y su estilo es mas antuguo que este actual y placentero acuerdo en esta batalla en que se ha convertido la política diaria. En principio con nuestro blog lo seguimos y comentamos sus cartas en el programa y, en fin, nada mas quiero acercarle la admiración y la cercanía. Naturalmente sería realmente un honor alguna vez conversar con usted en nuestro programa, sin embargo sospecho que su tiempo es escaso, y aún así le dejo pendiente el pedido para que alguna vez nos permita invitarlo, no importa cuando dado que es por el placer de poder entrevistarlo, in urgencias. Muchas gracias desde ya .
    Daniel

    ResponderEliminar
  10. que grande el gobierno popular!!!!!!! hasta europa podemos viajar ahora . y despues la critican a kris

    ResponderEliminar