viernes, 21 de enero de 2011

El libre albedrío del periodismo

Los periodistas nunca se consideran limitados en su libertad de expresión. Nunca individualmente serían capaces de mostrar en público su vulnerabilidad, fragilidad y obediencia al editor o contratante. Hay en nuestra profesión una arrogancia injustificada que nos ha sido inculcada largamente por los patrones.
Los patrones de la libertad de prensa de las empresas periodísticas. En cambio conocí médicos que te confiesan las tantas limitaciones a sus voluntades que les imponen las clínicas o mutuales donde ejercen; arquitectos que reconocen reprimir su creatividad de acuerdo al capricho y pago del cliente; profesores que asumen enseñar a sus alumnos con parámetros oficiales o privados que si fuera por ellos rechazarían; conocí investigadores contratados por laboratorios bajo pautas de investigación de las que en la intimidad abominan; artistas que no niegan tener que actuar en obras o escenarios ajenos al arte que quisieran expresar; conocí cientos y variados oficiantes que nunca negaron tener que oficiar contrariándose, porque necesitan el sueldo para vivir; conocí políticos que traicionan sus propias luchas militantes con tal de mantenerse en el escalafón del partido, pero que al menos lo asumen y no salen a pavonearse de actuar por sus convicciones; conocí pastores que transparentan sus debilidades y revelan cómo el sacerdocio los obliga a desdecirse o a callar sus criterios.
Y en ninguno de esos oficios se autoengañan.
No se vanaglorian acerca del inalcanzable libre albedrío en la realidad. No presumen de una libertad que, si tuvieran un espejo de alta fidelidad y no el de la “madrastra” de Blanca Nieves, se dolerían de no tenerla.
Cuando presume y se lame a si misma la corporación enarbola a los grandes muertos del oficio, de quienes nos separan abismos de coraje, de libertad y de conducta. Me atrevo a denunciar que los únicos que nunca se atreven a confesar algún signo de censura, de autocensura, de sometimiento o de resignación individuales son los periodistas.
Los occidentales, los democráticos, los independientes, los puros y los pasados por agua destilada. Porque todos esos periodistas cuando deben contestar sobre si en su trabajo tienen alguna recomendación u orden que acatar en la redacción o el programa o lugar que los emplea, dicen que “ellos no”. Que nadie les da indicaciones que coarten su libertad; que dicen lo que creen , saben o desean. En cualquier medio. Siempre. Y a medida que por afanes y méritos aumentan su notoriedad y el salario o el cachet, más convencidos están de que se expresan libremente. Y hasta se dan el gusto de advertir pública e indignadamente si desde el Gobierno algún funcionario los pellizca auditivamente por teléfono.
Por supuesto no hay telefoneadas ni advertencias de empresas, corporaciones, anunciantes o editores que pudieran entrometerse en su vasta libertad personal. La del periodista. Si se desenmascararan los nombres que deben ser maltratados o ignorados, o al revés- atendidos y privilegiados- nos encontraríamos con un listado escandaloso que está, por supuesto, en conocimiento de los periodistas.
Cada medio tiene su lista negra y su lista de oro. Cada tanto cambia. Cada periodista a su vez tiene las suyas. Basta el hecho de ingresar a una redacción para que, sin que nadie lo anoticie, el ingresante sepa lo qué no tiene que escribir o tan siquiera insinuar que lo piensa. A la entrada de cada medio, programa o noticiero hay un hipotético cartel que nos dice: “Ya sabés dónde estás”. Y entonces cada cual se falsea y se resigna, o lo que es más corriente: se convence de que él está donde siempre quiso estar.
Hay medios donde el ingresante sabe que debe ir con vestuario convencional,( algunos todavía priorizan el blazer azul y el pantalón gris) y otros en los cuales amerita más transgresión un arito o usar sandalias de pescador. Cada cautiverio requiere su look. El de periodista es uno de los oficios donde se adquiere gran destreza en el mimetismo. Un periodista que fuera capaz de sentir el libre albedrío interior como para autoconfesarse y confesar sus limitaciones recobraría la sinceridad de su infundamentado e impostado “Yo”. Esa presuntuosidad, de que a “él nadie le hizo escribir lo que no quería”, es un argumento que no pasaría el ojo de la aguja de una sesión de terapia básica. Excepcionalmente ese sinceramiento aparece entre quienes ya no ejercen y no temen mirarse al espejo que los desacraliza. Hay en la vida monstruosidades peores que haber sido vulnerable, lábil y prudente. Si me preguntaran a mi si soy libre de escribir o de decir profesionalmente todo cuanto pienso y creo- y digo que sí- sería imperdonable. Si ni siquiera podría reconocer que lo logro en mi vida privada aunque desde hace años estoy empeñado en alcanzar esa libertad que este texto, esta opinión, no consiguen. En eso ando. No creo que llegue.

Escrito por Orlando Barone.

15 comentarios:

  1. Bienvenido a tu blog, Orlando! Te esperábamos. Lo que también es cierto y no puede dejar de decirse es que esa impunidad y permanencia de los periodistas se debe a que nosotros, los lectores, no aprendemos jamás, y por una causa u otra, sea a través de algún mensaje que nos emocione o de una opinión coincidente, volvemos a ponerlos en el ruedo y a perdonarles sus errores del pasado. Nosotros sustentamos su arrogancia y su credibilidad en el tiempo. Yo pregunto: ¿cuántos de nosotros están dispuestos a condenar eternamente a los Morales Solá, a los Lanata, a las Magdalena, a los Majul? ¿Cuántos años permitimos que los genocidas se mantuvieran vigentes en la sociedad?, ¿y qué de algunos políticos como Duhalde, que vuelven al redil sin que se les mueva un pelo de vergüenza?
    Es toda la sociedad, nosotros, la que siempre insiste en declararse y declararlos inocente. Por eso, ellos sienten que no tienen pecados, pues piensan que son ladrones que les roban a otro ladrón.

    ResponderEliminar
  2. "Cada medio tiene su lista negra y su lista de oro".

    Verdad, porque "esos medios", tienen el vicio insalvable de vivir y actuar como lo hicieron impunemente asociados a la dictadura.

    Che, lanata, escribí "dictadura", espero que no te caiga mal.

    ResponderEliminar
  3. Los periodistas independientes son excelentes
    jugadores de truco, mienten como nadie.
    Ninguno ya les cree y los boludos los siguen
    aplaudiendo.

    ResponderEliminar
  4. Da alegría volver a leer sus párrafos. Se hace una sana costumbre. Le cuento que el esperpento del Padre Pato Criollo de Malargue no es sólo una anecdota.
    En nuestra tierra del buen sol y del buen vino abundan las voces que aunque sean de izquierda son de derecha.
    La iglesia del sur mendocino es una de las más conservadoras de la Argentina. El Departamento de San Rafael tiene una sociedad terriblemente careta y se jacta de ello. Para poder ver la tv pública se tuvo que luchar contra un poder mucho mayor. Para poder plantar un árbol con el nombre de cada desaparecido durante la dictadura en el sur de Mendoza se tuvo que convencer a mucha gente y luego fueron destrozados por manos anónimas.
    En estas tierras es donde se abandonó y dejó morir a Sebastian Bordón por parte de la Policía, la cual actuó como corporación plantando falsas pruebas, por lo cual fueron condenados a prisión. En ese caso la mayoría de la sociedad defendía a los policías y el chico muerto era el culpable y decía que era una trama para perjudicar a San Rafael. En esa sociedad un grupo mató a Paula Toledo luego de violarla y en cada marcha la gente era puteada por las calles por detener el tránsito y acusaba a la niña muerta de haber provocado a los asesinos. En esa sociedad, la lucha de unos pocos por la no apertura de la planta concentradora de Uranio de Sierra Pintada, la cual traería contaminación para los productos agrícolas y las aguas subterráneas eran defenestrados en todos los medios. En esta sociedad cada año se hace una procesión de una virgen la cual junta anualmente a miles y miles de fieles acompañados siempre por los hijos, todos serios y calladitos. Es esta sociedad la que más se quejó por la ley de matrimonio igualitario haciendo protesta por las calles con cientos de niños de las escuelas privadas. En esta sociedad creció el Senador Ernesto Sanz, el cual fue intendente y por su mala gestión fue sucedido por gobiernos justicialistas siempre de derecha y nunca más ganó la UCR. Por ello es que no es una anécdota lo del padre pato criollo. Si quiere Orlando en otra oportunidad se la sigo- Un abrazo cordial.

    ResponderEliminar
  5. Bien por Barone, regresa con una confesión valiente y sincera. Mas allá, claro, de lo que tan bien describe Barone, igual el periodismo es independiente en la medida que no se restrijan medios desde el poder, no importa que individualmente los periodistas deban atenerse al interés de sus editoriales. Y después de todo, mal que les pese, el periodista es sólo un escriba asalariado no el héroe que él mismo suele imaginarse y que viene a salvar el mundo.

    ResponderEliminar
  6. Sucalaye: ¿leíste bien lo de Orlando? porque él dice "...si me preguntan a mí si soy libre de escribir y decir profesionalmente lo que pienso -y si contesto que sí- sería imperdonable..."
    Suquita: es muy infantil persistir con esa tontería de que "son buenos si piensan como yo y son malos si piensan lo contrario"
    Releé a Barone y verás que tu comentario es simplemente disparatado... y una ofensa a la inteligencia y el buen criterio del post de Barone.

    ResponderEliminar
  7. Veo que volviste con un look más liviano, más desprovisto de apariencias.
    Más simple.

    Creo que nadie es REALMENTE libre de escribir lo que quiere, porque siempre estará
    condicionado por sus creencias, principios, amores, odios, pruritos, etc. etc.

    Si a esto le agregamos la falta de anonimato, entonces la cosa se complica.

    Pero al menos es bueno saberlo. No auto-engañarse.

    Gracias por honrarme con el link del blog en un listado tan bueno como el que seguís. No creo merecerlo, pero gracias de todas maneras.

    Y gracias por cambiar la palabra falso por "no es de su autoría" Nunca consideré que CAOBA fuera falso.

    Abrazo,
    Antonio.

    ResponderEliminar
  8. Un gustazo volver a leerte Orlando!!!!!
    No es sencillo admitir la falta de independencia de acción que uno tiene en las actividades que realiza y en la vida privada misma.
    Si de nuestras cabezas salieran esos globos de diálogo de historietas, reflejando y exhibiendo lo que estamos pensando, las relaciones interpersonales serían peor de lo que son!!!!
    La raza periodística corpo afirma que es independiente!!!!
    Valiente carta querido Orlando, poniéndote en un lugar que te aleja de la arrogancia generalizada!!!!
    Bienvenido a este Buenos Aires caliente!!!!!

    ResponderEliminar
  9. En parte tiene razon y en parte no. Por ejemplo, Marcelo Zloto y Tenembaum escriben y opinan con identico pensamiento en P+ P- (TN) que en Revista 23 (del oficialista Spolsky). Es decir, no siempre el periodista queda encadenado, lo que pasa es que varias veces desde 678 se quiere hacer ver a Ernesto como el enemigo de la patria, el traidor, un gorila, y la verdad que yo lo sigo tanto en R23, como en Mitre y TN, y el tipo ha elogiado mil cosas del Gobierno, y ni hablar cuando entrevista a Macri o De Narvaez: los fusila y pone en aprietos. En fin, no soy anti 678, ni mucho menos anti-k, ni tampoco soy el otro francisco, jeje

    ResponderEliminar
  10. En el 2002 Casullo escribía esto sobre un desconocido Néstor Kirchner
    http://www.youtube.com/watch?v=i_wchJ2xHF0

    ResponderEliminar
  11. Muy honesto su comentario, señor Barone. Creo que el exitismo, el individualismo y la base del sistema neoliberal que los acoge en su seno,que es el deseo de lucro y cartel personal, hace que los periodistas, lejos de agremiarse, sindicarse, para defender sus principios y derechos y confesar públicamente sus frustraciones y debilidades, sus cautiverios y esclavitudes, en suma, su gran fragilidad, individual o colectivamente considerada,los convierte en seres arrogantes, soberbios, en grandes impostores o simuladores, en suma mentirosos de toda laya, amorales en definitiva porque trabajan para formar opinión pública que es el sostén de la Democracia. Como Ud. bien señala en otras profesiones suelen reconocerse las limitaciones, sobre todo en beneficio de quienes son dueños de las capacidades innatas y/o adquiridas de quienes somos usados - soy abogado y puedo decirlo con conocimiento y padecimiento de la experiencia- por los dueños del dinero y el poder. Pero esto está en crisis. Se deberá pasar de una sociedad y economía individualista a otra solidaria que marche hacia una equidad distributiva económica y social mayor.A una en que la riqueza, el buen gusto, la justicia y la verdad no puedan comprarse con dinero y monopolizarse en beneficio de unos pocos. Para ello los formados para profesiones liberales deberemos aprender mucho de los humildes trabajadores cuyas uniones hacen la fuerza. Recomiendo leer el poema de Miguel Hernández sobre "El sudor" que proviene del trabajo humano y que, "...con su lluvia de sabrosos cristales/nos hará venturosos, transparentes, iguales", en su decir. No nos olvidemos que desde el siglo XVIII, con la revolución burguesa, los principios o valores éticos guías fueron: "libertad, igualdad, fraternidad".-

    ResponderEliminar
  12. esto es un piquete periodistico! maestro.
    Vale aclarar que en algunos de los sectores que menciona ahi arriba, como por ejemplo en el nivel artistico, hay veces que no queda otra que estar en lugares donde uno preferiria no estar. y aceptar arreglos que no le convienen al artista, pero son lo menos peor.
    saludos!

    ResponderEliminar
  13. Amilcar Blanco.Comparto su comentario,mas claro hay que echarle agua.
    Fracisco, vale la aclaración y se agradece.

    ResponderEliminar
  14. UNA DECADA ATRAS (estudiando periodismo)

    Chacho Álvarez abandonaba su cargo de vice en el ejecutivo nacional, en medio de una crisis institucional viciada de coimas en el Senado. Se vivía en un clima de altísimos índices de extrema pobreza, desempleo y marginalidad. Palito lloraba en Susana, y el presidente Antonio debilitaba su imagen rumbo al helicóptero, y a una multitudinaria expresión del pueblo en la Plaza, explotando contra todo el arco político, que dejaría un saldo de varios muertos tras la represión policial. El Boca de Bianchi (y de Macri) comenzaba su transitar por América y Américo Gallego se arrepentía de sus palabras más palabras menos. Lanata era Gardel y se “animaba” a plantarse con Charly, aún a riesgo de quedar como un gil, pero esa es otra historia.

    En ese contexto cursábamos Análisis de la Información. Leímos y analizamos Ezeiza, de Verbitsky, y Don Alfredo, de Bonasso. También pudimos entender algo más de lo que había sido Malvinas, el 17 de Octubre y el Cordobazo. Empezábamos a confirmar así nuestras adolescentes sospechas. Esas que buscaban las historias escondidas tras las historias oficiales.

    En alguna clase se nos mostró un mapa mediático, donde podían vislumbrarse algunas redes monopólicas (tal como estaban por entonces). En algunas otras (aunque por arriba) se hacía referencia a la oscuridad que representaba Papel Prensa desde la época de la dictadura, y a la confusa matriz de su gestación. Comparábamos Clarín y Página, en cualquier caso.

    También recuerdo una clase en la que teníamos que escribir hablando bien de alguien que nos cayera mal (había que elegir el personaje en cuestión). Yo hablé de Babi Echecopar, aunque medio en joda (pero igual me arrepentí). Algunos otros pibes hablaron bien de Menem, de Yabrán, de Videla… Sólo dos o tres entregaron silenciosamente la hoja en blanco, negándose a escribir lo que no pensaban (casi todos éramos pendejos de entre 18 y 20 años).

    Ahora Macri es intendente porteño con nefastas pretensiones presidenciales y un discurso derechista cargado de xenofobia. Palito alojó a Charly en su rehabilitación y le puso su música al prende y apaga (programón de TN). Lanata (junto a otros progres del palo) defienden a Clarín, se cansaron de hablar de la dictadura, y denostan a Página y al “Perro”, que hace prensa “oficialista”. Bonasso fue legislador kirchnerista y después se abrió. Algunos paladines del periodismo de aquellas épocas defraudaron y decepcionaron a un montón de gente. Mi amigo Andy me dijo que hoy ve las cosas más como militante que como periodista, y estas dos palabritas son parte de un gigantesco debate. Videla fue condenado a prisión perpetua en cárcel común. La Ley de Medios fue votada por amplia mayoría en el Congreso y destapó las caretas y las operaciones mediáticas del monopolio. El Informe Papel Prensa hizo saltar unas cuantas fichas ocultas (con delitos de lesa humanidad de por medio). En el Congreso también se votaron leyes de vanguardia, en concepto de igualdad de derechos, como el Matrimonio Igualitario. Multitudinarias filas acompañaron en la Plaza a sus líderes políticos, en momentos cruciales de la historia, para brindarle su apoyo. Muchos artistas también se sumaron al reencuentro con viejas banderas, adhiriendo a la revalidación de la cultura popular y de la pluralidad de voces e ideas.

    Mientras tanto, y después de tanto camino recorrido (que incluye algunos índices alentadores en materia de inclusión social y proyección económica), el histórico gorilismo de la vereda de enfrente (ultra recalcitrante) se retuerce buscando las mil y una formas de pudrirla, dejando su ambicioso egoísmo descaradamente en evidencia.

    ResponderEliminar
  15. Amílcar: Es un absurdo por donde se lo mire que "habrá algo (sea el sudor del pretendido poeta) que hará a todos los hombres iguales" (es un absurdo que, para hacerla fácil, todos los hombres podrán ser Maradona)
    Salvo, claro, la genética, la manipulación genética, algo que no soño Lenin ya que sólo contaba, por entonces, con la manipulación social.
    Pero por las dudas te recomiendo leas "Brave New World" (acá se conoció como "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley) que a mitad del siglo pasado se ocupó genialmente de la genética y sus posibles consecuencias en el devenir de la humanidad

    ResponderEliminar