lunes, 27 de junio de 2011

La verdad se cuela por el micrófono


Se trata de puro humor negro; ese humor que convierte lo trágico en un relámpago de risa; y que se permite desahogar el dolor con el placer. En la Argentina se acaba de crear un ejemplo incomparable; casi fantástico. Y no hay jurisprudencia cautelar, juzgado retrógrado ni tecnología de punta que pueda pararlo. Y es éste: “¡Clarín, Magnetto/ devuelvan a los nietos!”. La desmesura de un delito de lesa humanidad traficado entre papeleos y estrategias de lentitud brutal, lo resume ese estribillo en una sentencia rápida, implacable. Ese “devuelvan” es como decir basta. Lo padecen cada día- y no injustamente- las coberturas de notas periodísticas de exteriores de radio Mitre, TN y canal 13.
Por sus micrófonos, con frecuencia creciente, se cuela burlón y dramático ese sonsonete de condena: ¡Devuelvan a los nietos! El grito corto e intencionado se introduce por la línea que transporta el sonido y rompe de un metafórico piedrazo el cristal de seguridad profesional dejándolo en ridículo. Si es que puede volver a dejarse en ridículo, lo que ya está ridiculizado desde hace tiempo por su propio comportamiento penal y ético.
La espontánea creación popular le encontró la vuelta a esa cerrazón cínica del grupo de comunicación dominante de seguir dominando el discurso público. Le agrega lo que no dice porque lo oculta. Y se inmiscuye con sorna por la línea convencional destinada al receptor y televidente, como un polizón furtivo en un trasatlántico. O como Mathias Rust aquel muchacho alemán de diecinueve años, que en 1987 a bordo de un avioncito casi de juguete aterrizó en la Plaza de Moscú, esquivando el escudo de seguridad atómico del Soviet. Puro humor negro. Lo pensó Freud; lo consagró el arte de la literatura en todos sus géneros. Los hinchas de fútbol tienen un compendio y el archivo del graffiti en este sentido es desbordante.
El humor negro bromea con el dolor con el que los que causan el dolor no bromean. Llora mientras ríe. Se nutre de la esperanza: hace catarsis para sacarse la pálida de encima. Y entonces el fenómeno callejero se expande. Un relator subrepticio, inesperado, sin carné de locutor ni de cronista y a lo mejor con el solo patrimonio de ser nadie, se escabulle a espaldas del relator autorizado. Y grita: “¡Clarín, Magnetto/ ¡Devuelvan a los nietos!”. Rima impecable; son dos versos que aspiran a la literatura. Y, sobre todo, a la hazaña de atrapar al incapturable Leviatán con un anzuelo de mojarrita. El grupo de comunicación más grande se siente penetrado por la voz del pueblo entrometida en el micrófono. Así como una culpa que se pretende desconocer entra por la conciencia.

Por Orlando Barone
(Télam 26 de Junio)

5 comentarios:

  1. "¡Devuelvan a los nietos!"
    "¡Devuelvan a los nietos!"

    Primero se escuchaba en los actos de org. de derechos humanos,
    después de mayo de 2003, se escucharon también en los actos políticos afines con las luchas de derechos humanos,
    luego se filtraba en algunas notas en vivo de los canales del monopolio,
    y ahora ya es el canto popular que les avisa que los sapos de clarín no se los traga nadie.
    Es el grito que anuncia el fracaso de las operaciones de prensa.

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  2. Nestor sembró, Cristina cultivó.
    Y hoy la militancia resurge como fruto maduro allí donde "han muerto las ideologías".
    En el mundo donde "no nos quieren", somos ejemplo.
    La "monarquía K" da ejemplo de democracia.
    Y el pueblo responde susurrando a gritos para bajarle aún más la impunidad a los dueños del poder.

    CRISTINA/AMADO 2011!!!

    Donde andarán los blogeros que se nos venían a burlar?

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  3. Lo bueno es que la decisión parece haber salido de Marcela y Felipe, muy en contra a la de sus abogados que seguian instrucciones de magneto y herrera.
    Lo bueno es que sean quienes sean los padres, parece que los genes están llamando a la sangre...

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  4. Mmmmmmmmm....vos creés que es así,Daga?perdoname el escepticismo pero yo desconfío de tanta resignación.Más vale estar atento y esperar el curso de los acontecimientos.Nada que venga de ese Grupo me parece inocente.Ojalá me equivoque.

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  5. María Berta, es que yo creo (o quiero creer), que se están desprendiendo, quizás por no tener sangre ni noble ni herrera.
    Tengo ganas de creer que su verdadera sangre los esté llamando...
    Igualmente espero resulatdos...

    Saludos.

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