jueves, 7 de julio de 2011
El problema son las botineras
El Apache anda todo el día con el Ipad; otros todo el día con el Mp3, Agüero debe estar todo el día en el coiffeur, Messi todo el día con el BlackBerry conectado a Barcelona y al número de Guardiola. Pero no es ese el problema por el cual entran y se van de la cancha desvaídos. El problema son las botineras. Sean estas cama adentro o cama afuera.
Los jugadores de fútbol ya no tienen nada que ver con aquellas buenas chicas que paseaban por el pueblo a la tarde ni con las que conocían en el baile de carnaval o en la fiesta del colegio. Ahora cazan culos en la televisión, en las playas vip, en los grandes cócteles. Se tientan. Y se enredan en una peripecia sentimental que contamina sus extremidades inferiores que son las que los sostienen en la cima o los devuelven a la base; y para no decir a la Primera B, para no despertar suspicacias recientes. Por eso los escándalos, adulterios y desconcentraciones. Los futbolistas deberían ser tan hábiles como lo son con la pelota y elegir una de esas novias sencillas y románticas, a salvo de los chismes y de andar derrochando euros y dólares con la extensión de la tarjeta del marido millonario. No quisiera meterme en las alcobas pero la selección nos involucra a todos y no solo a los futbolistas.
¿Ustedes creen que un Beckham con una Victoria, un Piqué con una Shakira o un Forlán con Zaira Nara pueden estar relajados? ¿O acaso alguien vió salir en las revistas o en la tele a la mujer de Labruna, o a la del Tanque Rojas, o a la del Lobo Fisher? No digo a la de Bochini porque creo que es soltero. Acuérdense cuando Palermo jugaba mal, por qué era. Piensen en el Ogro Fabbiani. Con chicas de barrio no les pasaba. Pero se engrampan con “esas diablas” y se arriesgan al alboroto. Cómo van a estar tranquillos en las concentraciones: se desconcentran. Intranquiliza dejar una botinera aburrida en la casa. Surge la sospecha de que cuando están aburridas les tocan el timbre el personal trainer, el decorador o el paisajista. O el muchacho que limpia la piscina.
Las botineras hoy ocupan un espacio crucial en la vida de un futbolista. Sea famosa o de cabotaje. Porque últimamente todas quieren ser botineras. Tengan o no culos apropiados. Si no los tienen se los hacen: se matan para tenerlo. Porque saben que una botinera caza botines y estos vienen con los pies, la fama y la cuenta bancaria adentro.
Muchachos coman bombones pero no se queden con la caja para toda la vida. Acuérdense que una cosa es el amor conyugal y otro el amor fashion. Cuando se llega a casa después de jugar, de que te pegaron fuerte en los tobillos, que el director técnico te sacó de la cancha para poner a otro y que la jauría te empezó a silbar antes de meterte en el túnel, qué mejor que ver esperarte en el umbral a la chica del barrio con el delantal de estar haciendo la comida, y no con Mata Hari pintándose las uñas o diciéndote que la cocinera hoy tenía franco y que pidió un delivery de sushi.
No cualquiera sabe de qué se trata una diabla que vive, siente y piensa para su cuerpo. Y entonces sumado al del jugador ya son dos cuerpoadictos. La combinación es tal letal como combinar dos fósforos en un chispero y tener la esperanza de que no se enciendan y consuman enseguida delante del espejo. Con la chica sencilla no. Con ella puede esperarse que te espere admirada –y no para que la admires-cuando llegás mutilado y exhausto de la final, del vestuario y del avión, y solo querés que te haga mimos de hijo y no de incesto. Sé que esto es tan machista que no resistiría un debate con las chicas de 6,7,8 ni menos con Carmen Argibay. Pero hay que salvar al seleccionado.
Las botineras son para el fútbol un toque de chili y de wasabi que antes no había; en la tele lucen mejor y a su lado el jugador se siente Casanova. Pero en la cancha juegan para el contrario.
Por Orlando Barone, 7 de Julio de 2011.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ta' bien, Orlando. Yo tengo una que me espera con el delantal, los ruleros y agarrada a la escoba. Pero ¿sabés una cosa? ¡como me gustaría que me espere una de esas mata hari de vez en cuando!!!
ResponderEliminarPero soy coherente, jamás lo haré. Escencialmente porque jamás me daran pelota!!!
Buhhhhh sniff juju!!!
Ay si querido Orlando!!!! que machista te salió esta carta!!!! ¿un dejo de envidia tal vez???
ResponderEliminarY para el querido cumpa Pampa: cuando usted llega a su hogar, cree que la doña con ruleros brujarda ve a un buen mozo, Adonis, bravío, seductor y bello esposo y cae a sus pies??
todo va con onda!!!!!! lo importante es la salú!!!!!
VAMOS CUMPAS POR EL TRIUNFO DE FILMUS EL DOMINGO!!!!!!!
Orlando, brindo por las chicas sencillas que pueden conmover mucho más que un rejunte de plástico e histeria.
ResponderEliminarSi, totalmente de acuerdo Orlando.
ResponderEliminarRecordemos cuando Demichelis se mandó un moco en el mundial que costó un gol en contra mientras su botinera con libreta mostraba el culo en el programa de Tilinguelli.
O cuando vemos al portugués Cristiano Ronaldo, que luego de cada jugada mira la pantalla para ver si se le mantiene el peinado.
Los pibes estos no entienden que esos gatos (más que gatos son aves de rapiña) están para hacer una redistribución del ingreso de los futbolistas.
Obviamente no hay que generalizar, no veo que Zanetti, G. Milito, Burdiso, Mascherano, Zabaleta, el Kun,...estén en ese camino de afrancesarse con el pelito peinado a la moda con gel y brillito, piernitas depiladas, etc.
De todos modos hay que entender que son pibes de 25 años aprox., que no resignan nada de la joda para ser deportistas de alto rendimiento plenos .
Lo que es inexplicable que se casen con esas botineras.
En el barrio, hace unos añitos, cuando alguno se casaba con una de esas mujeres,
el cazado era el pobre gil.
D10s hay y hubo uno solo.
Buenas tardes.
ResponderEliminarSi la intención es salvar a la Selección, apuntemos a otro blanco. Sospecho que la única estrategia de Batista se resume en dos frases: "Semo lo mejore del mundo, semo. Con esto jugadore le ganamo a cualquiera, le ganamo". Cuando Diego Forlán fué premiado con el Balón de Oro en el último Mundial, ya andaba con la botinera Zaira Nara. En el caso de Argentina, el problema es de CONDUCCION. Me gustaría saber qué porquería fuma el Checho para hacerlo jugar a Zanetti por izquierda, cuando cualquiera sabe que es absolutamente diestro. De la misma manera: por qué moños no le pone a Messi un jugador que lo acompañe cerca del área; con este esquema, la Pulga tiene que bajar a la mitad del campo para recibir la pelota. Y en ese interminable trayecto, es casi inevitable que la pierda. Me animo a decir que Messi jugaría MUCHO mejor en este seleccionado con un TECNICO en serio (Bielsa, Bianchi, Sabella). Pero claro, ya sabemos cómo se cuecen las habas: el mandamás de la A.F.A. no quiere gente que no sea "sijulista". Total, "todo pasa".
No comparemos manzanas con ladrillos, Barone. Acá, la única botinera es Sergio Batista. Y si no se producen cambios profundos en cuanto a conducción se refiere, las eliminatorias para Brasil 2014 serán más complicadas aún que las últimas.
Saludos.
Me gustaron mucho los comentarios de Marcela y de Lucho.
ResponderEliminarEl de Pampa, no tanto, la verdad. No voy a usar la palabra "machista". Sólo digo que no me pareció respetuoso.
Pero te quiero igual, cumpa.
Un saludo para todos
Me parece, yo que no entiendo mucho de fútbol, que el pecado está, no tanto en las botineras (porque si no es con ellas, y como dijo Lucho, no son todos, los que si se enganchan, también lo harían con la piba del barrio), más que nada, creo, en pensar que trayendo a los mejores del mundo, tenemos equipo.
ResponderEliminarY veo que tenemos a los mejores pero nos falta equipo.
El pobre Messi se esfuerza, pero en el Barcelona tiene a todos que corren para él porque lo que importa es que meta goles.
En nuestro seleccionado son todos estrellas, entonces porque van a jugar para el pibe... "Deben jugar para mí", es el planteo. Pero puedo estar totalmente equivocado.
Ahora quiero postular que la selección se arme con jugadores que están en el país (para todas la selecciones), y que tengan oportunidad los más desconocidos y a los otros, sea cual fuere el apellido, que se quede donde vive.
Saludos.
Me voy, en casa me espera mi botinera (una suerte de Kodama indómita).