miércoles, 29 de abril de 2009

¿ Bin Laden estuvo alguna vez vivo?


Desde que su nombre se hizo público y unánime él fue invisible e inasible. Fue a partir de aquel 11 de setiembre de 2001 a la mañana al producirse el atentado a las torres gemelas y al pentágono, cuando se nos revela el nombre Bin Laden. A partir de ahí los servicios de inteligencia de los Estados Unidos difundieron la presunta historia de ese hombre presunto y su presunto álbum fotográfico. Dimos por cierta la coincidencia de que ese barbudo oscuro de turbante era Bin Laden. Curiosamente nadie pudo ir a preguntarle si era cierto que el de la foto y el nombre eran el mismo ni tampoco tomarle las impresiones digitales. Porque se había difuminado como Aladino en el interior de la lámpara. Corrieron conjeturas o fantasías de que el terrorista más buscado y distinguido como el más atroz de la historia moderna, pudiera ser obra de un diseño digital y de un argumento novelesco capaz de hacer real a un fantasma informático. Ese retrato sin el modelo al lado, fue consumido por nosotros. Y fue oportunamente funcional a la idea de unificar el mundo para defenderse de ese enemigo ubicuo e intangible. Pero nadie podría asegurar cuál es más real: si la versión legitimada o la versión fantástica.
Desde aquel día de los aviones torpedo de Manhattan, Bin Laden como jefe de Al Qaeda fue consagrado el autor del acto terrorista más extraordinario de cuantos se tuviera noticias y el criminal más perseguido del planeta.
Entonces se revela que Usāma bin Muhammad bin `Awad bin Lādin ( nacido el 10 de marzo de 1957), conocido como Osama o Usama bin Ladin u Osama ben Laden, es un multimillonario saudí, miembro de la familia bin Laden y guerrillero yihadista.
Para abundar en la leyenda se dijo saber que era el hijo diecisiete, entre una prole de cincuenta hermanos. Su padre Mohamad, dueño de una fortuna miliunanochesca murió al estrellarse en su helicóptero, y la fortuna le quedó al hijo desalmado. Dicen que en Afganistán, invadida por los rusos cuando eran comunistas, fue entrenado por la CIA. El informe de algunos coroneles estadounidenses destinados a la guerra, y algunas fotos y filmaciones de Bin Laden con ropa de combate y pertrechado de balas y de armas, son la única prueba dadas por válidas. Toda su historia es presunta, salvo que en un acto de fe se crea todo cuanto de él se dice. Alternativamente se lo reubica en Sudán reclutando musulmanes fanáticos; o se lo acusa de múltiples actos terroristas en Asia y en Africa. O escabulléndose en escondrijos rocosos de Pakistán o del planeta Marte. Cada tanto un video con la imagen de un barbudo de turbante se propaga por las pantallas confesando la autoría de los crímenes. Que ante tanta persecución y confinado al disfraz y al anonimato, pudiera mantener sus negocios , manejar sus cuentas y finanzas, y cosechar inmensos beneficios empresarios sin ser impedido ni detectado, es una hazaña tan verosímil como un cuento mitológico. El 7 de noviembre de 2007, antes de ser ella asesinada, Benazir Bhutto reveló que Osama Bin Laden fue asesinado por su enemigo íntimo Omar Sheik. Esta revelación fue suprimida de la entrevista filmada. La BBC , al parecer, prescindió del parrafo.
Ahora desde Pakistán vuelven a decirnos que ha muerto. Cuesta creerlo. O no. Y da lo mismo a nuestra ignorancia tan informada.
¿Acaso Bin Laden puede morir? Para un presunto vivo solo puede haber una presunta muerte.

Carta abierta leída el 28 de Abril en Radio del Plata

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