viernes, 5 de agosto de 2011
Los pequeños y “El Pequeño”.
No hay forma de saber si es o no justo que a un determinado dirigente político se le esté empezando a nombrar como “El pequeño”. Depende del criterio del que le endilga el apelativo. Y también de cuáles son los modos en que se lo evalúa. Pero no se conoce que en compensación se le llame “El gigante”.
Habitualmente “pequeño” es un calificativo que señala edad, altura o tamaño. Cuando se refiere a un niño denota ternura, cuando se aplica a un error lo relativiza, cuando se lo emplea para distinguir a una persona la disminuye. Es esta última acepción la que más descalifica al destinatario.
Pequeño nace de la comparación con algo más grande, con algo que lo supera. Se advierte cómo últimamente la calificación de “pequeño” alude a un político adulto, hijo de otro que ha muerto y al que históricamente se considera más grande que tantos. O que muchos.
No hay obligación de un hijo de igualar o superar al padre si éste no es precisamente de un nivel ordinario. Tampoco de actuar de modo tan desigual que produzca como resultado la comparación que agigante más al padre y achique al hijo. Y menos aún ejercer el mismo oficio, si más que la vocación la contagia el entorno o la influencia.
Pero eso ocurre- está ocurriendo- y si un hijo malgasta la transferencia de respeto heredada obtiene consecuencias como ésa: que lo llamen “El Pequeño”. O que al apellido lo pronuncien en diminutivo.
Es injusto que sea él, uno solo-habiendo muchos con más merecimientos- quien se vea así bruloteado o aludido burlonamente. Pero es él, sin duda, quien concentra las miradas y quien, en su reciente exposición popular, se ha autoimpuesto convalidar el apellido paterno. Y además incorporar detalles, gestuales, inflexiones de la voz y posturas corporales que tienden a evocar al antecesor biológico. No conseguirlo no sería demérito, pero estar consiguiendo lo contrario es sí infortunado.
Es cierto que en el surtido de aspirantes a conseguir ser presidentes o pertenecer al grupo de liderazgo nacional, el comportamiento de cada día los va disminuyendo a todos: estrujando sin que nadie los estruje. Cuanto más grande se torna el escenario de campaña política más se advierte la amplitud del escenario. Y en la comparación esos actores interpretando grandes papeles con tan pobres instrumentos se vuelven más pequeños. Allí están mimetizándose, consustanciándose, incorporándose a cualquier operación vil que se ejerza contra cualquier protagonista del Gobierno. O de su modelo político. Y sin esperar la ponderación del tiempo o de la justicia se arrojan incitados por la agenda que les marcan, a la tarea de arrojar mierda sobre el vulnerado.
Pero en el caso del hijo de aquel padre la situación adquiere una dimensión de nostalgia; un sentimiento de penosa sorpresa. Ya hay quienes ni siquiera se sorprenden; lo que es peor aún: como si en la política la pequeñez del hijo siempre hubiera sido evidente.
No hay simpatía, campechanía, cortesía ni agradecimientos evocativos, que sirvan para agrandar el tamaño de un dirigente y candidato, que de espaldas a su pasado no para de empequeñecerse.
Lástima, “El Pequeño”.
Orlando Barone, para Agencia de Noticias Télam. 5 de Agosto de 2011.
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Lo que no sólo son pequeñeces sino repugnancias, son los spots de campaña, donde claramente y sin eufemismos, se incita al individualismo y a la no solidaridad por miedo al otro; obvio que se remarca que esto es por culpa del gobierno; con Riqui seremos todos solidarios, confiados y viviremos en ingallandia!!!! ahora... ¿cómo lo logrará? ¿cuál es la propuesta? ¿o lo conseguirá simplemente con voluntarismo o prendiendo velas a su padre para que lo ayude desde el más allá???
ResponderEliminarque manera de subestimar al votante!!!!!
y esa impostación campechana de la voz y esos modos querendones, de hombre 'e campo, son patéticos!!!
Por mi parte,yo conocí al hijo en el funeral del padre,por t.v.No me enteré de su existencia hasta entonces así que no estoy contaminada con prejuicios a favor o en contra.Es más,si fuera un opositor serio y que se abocara a la política como el padre,no lo despreciaría en absoluto.Pero cómo puedo considerar a un personaje que para llegar adonde quiere apela a las más bajas maniobras?no puedo olvidar la vergüenza ajena que me dio verlo en su lastimosa parodia de la Dra.Fernández de Kirchner aludiendo a ella en uno de sus tantos discursos de campaña.Lastimosa representación que lo pintó,para mí,de cuerpo entero.Ya nunca más podré considerar tan siquiera una sola de sus propuestas de campaña porque lo desprecio desde lo más hondo,como persona y como político,así que no me sorprende que en su afán de captar micrófonos y cámaras,haya tenido la mala idea de tirarse contra el Juez Eugenio Zaffaroni.Enorme error que ya no puede reparar y que lo sepulta para siempre,a mi modo de ver,en la intención de voto de la gente pensante,sea ésta radical o no.
ResponderEliminarOrlando:
ResponderEliminarPrimero quiero decirte que tu comentario es de lo más acertado. Nada más que agregar respecto de eso. Ahora, lo que me queda claro es que nunca más va a aparecer Ricardito en 6,7,8. Una lástima, no para él que, si sigue por este camino, va a tener un abono en TN, sino para nosotros, que nos privamos de polemizar con él y eventualmente, poner en evidencia su pensamiento, en su grandeza o en su pequeñez. Los vasos comunicantes con la oposición se reducen a la nada, y esto es malo para nosotros fundamentalmente, ya que todavía tienen ellos el oligopolio mediatico operando en plenitud.
"El pequeño" nunca pudo despegar. Será que su manía de grandeza le impidió hacerlo, y creído que atado al globo de un apellido, subiría a las alturas, sin darse cuenta que su lastre era tal, acaba bajando cada vez más el brillo de aquello a lo que pretendía aferrarse.(Para qué? si te iba tan bien, gordito!!!)
ResponderEliminarLa importancia de los aumentativos y disminutivos en política es crucial. Si Juan Domingo en vez de apellidarse Perón, hubiese sido Perín ... jamás hubiese sido un líder.
ResponderEliminarLo mismo le pasó a Balbín y a Alfonsín. Probablemente si se hubieran llamado Balbón o Alfonsón su protagonismo en la historia hubiera sido mayor.
Siguiendo este razonamiento, al candidaro Ricardito Alfonsín, con doble diminutivo, a lo único que puede aspirar es a presidir la cooperadora de un jardín de infantes como "Los piojitos" o "Amiguitos"
www.kikitodulce.blogspot.com
Los observo, los leo, disfruto. Les recomiendo, CARPE DIEM, .finis adpropinquavit.
ResponderEliminarPequeño por ser pequeño no es su único pecado,
ResponderEliminarlo peor es negar el "ser" por el querer "parecer".
Entonces ricardito tiene dos problemas en su ser no encuentra nada y en la búsqueda del parecer encuentra poco y copia lo malo.
Es muy jodido la formación que tuvo ricardito.
A su padre le decían el padre de la Democracia,
Eso generó u trauma,
ricardito pensaba (cuando pensaba) - entonces yo soy la Democracia o la Democracia es mi hermana,
como hermana yo no tengo con la tuya me entretengo.
Hasta que gracias al ADN descubrió que Raúl Ricardo no era el padre de la Democracia, era padre de la bastarda socialdemocracia.
A esa altura ricardito estaba muy confundido y no sabía por qué lugar competir, o bien, ser el hijo estúpido del padre o el hermano impotente de la socialdemocracia.
Aunque los dos caminos lo llevan al mismo lugar,
a la nada.
No creo que sea tal la importancia de los diminutivos en los apellidos.Alfonsín padre fue un hombre respetado en sus aciertos y en sus errores.A nadie jamás se le habría ocurrido reírse de él como se rieron en la cara de De la Rúa,por ej.En cambio el hijo está dejando por el suelo todos los logros conquistados por años de trayectoria política de su progenitor y ojo que no soy radical,nunca lo fuí ni sueño con serlo.
ResponderEliminarHe leído con gusto en La Nación esas pintorescas columnas suyas y siempre en la radio Continental al mediodía lo escuchaba, luego lo vi en 6,7,8 ahora no lo miro, xq estoy de acuerdo con la esencia del programa. Pero ya no leo sus columnas con tanto entusiasmo desde hace un breve tiempo. Me gusta su estilo, la forma como expresa su razonamiento por tv etc. etc… Pienso lo mismo que ud. sobre R. Alfonsin, hijo, pero esta nota no me gusta, no es original ni pintoresca, es demasiado obvia, redundante, tal vez. Estamos en plena campaña y el ambiente de los medios está demasiado caldeado para seguir / zahiriendo / o lo q es lo mismo seguir abucheando o satirizando al oponente…
ResponderEliminarLo que me apena es que en este país que crece vertiginosamente, no haya político opositor que también haya crecido. Es una lástima que Kristina debe dar batalla contra los Nadies que hoy están dando vueltas y amigandose con sus enemigos para tomar el poder y volver al pasado.
ResponderEliminarQué bueno hubiera sido enfrentarnos con políticos inteligentes.
Sí espero que aquellos que van a votar en contra del país no vengan después a llorar el error.
FMI afuera, gracias Néstor.
Reservas +- 50.000 millones, gracias Kristina.
Ahora me pregunto, los anteriores nos endeudaron y cobardemente nos hablaban de que en Argentina cada nuevo ser nacía con deuda. Les pregunto a los opositores ¿otra vez quieren hacer lo mismo? tomar el poder y robar.
Quiero oposición inteligente para darles un lugar, estos de siempre, se quedaron afuera.
Saludos.
Acaso le temen a ricardito?, si es tan "chiquito" e inofensivo, porque pierden tiempo hablando de el? O será que no es tan así como dice barone y hay un poco de miedito...
ResponderEliminarLo que Alfonsin (h) expresa a media lengua su proyecto de país,con los personajes que se rodeó en estos ultimos tiempos, y la delirante, grotesca y ofensiva campaña publicitaria a traves de los spot televisivos, se hizo acreedor a cualquier comentario.
ResponderEliminarDaga, este país crece vertiginosamente? Jajaja no me hagas reír por favor, seguimos siendo el mismo país de cuarta de siempre... Este gobierno no tiene rumbo, lo lleva el viento, no tiene ni una político a largo plazo, y si el crecimiento al que te referís son los números del PBI anual, lamento decirte que a ese crecimiento se lo come por lejos la inflación, la de verdad, no la de moreno... Ya llevan 8 años de gestión, es momento de hacer un paso al costado y dejar que otro tome la posta, ya quemaron todas las naves, hace mas de dos años que no escucho que la Sra. Presidenta hable políticas profundas, sino que muy por el contrario, hacen política maquillaje, LCD para todos, carne para todos, y esas tomadas de pelo...
ResponderEliminarMUY BUENA TU PONENCIA ORLANDO
ResponderEliminarsr truman,
ResponderEliminarSi sigue leyendo Clarín, La Naciòn o Perfil
e informándose vía TN, su cabeza, indefectiblemente, terminará siendo una albóndiga nauseabunda.
También, lamentablemente le informo, que terminará siendo, si es que ya no lo es, una especie de Homero Simpson de estas tierras.
Para el que sin saber escribir en castellano, escribe en latín, el desagradable de gusnabo:
ResponderEliminaranni tui est nocebit male