lunes, 8 de junio de 2009

Dadme una encuesta de apoyo y moveré un candidato

Si hay algo interesante en Cuba es que allá no se hacen encuestas para ver quién gana las elecciones. En la AFA tampoco: porque siempre las gana Julio Grondona. Pero en la Argentina política, un domingo como el de ayer a veinte días de las urnas, los medios nos impusieron su derrame desinteresado de desinteresadas encuestas. Hay medios que las usan a medida de determinados candidatos. Y hay consultores de candidatos que les sirven encuestas tan servidas, que el propio candidato, por más goloso que esté se siente empalagado. Comer cada día encuestas a favor sopladas con inflador y amasadas con levadura, acaba repugnando al favorecido y volviendo al votante descreído. Cualquiera sabe que en la democracia todos somos iguales, pero que hay candidatos menos iguales que otros. No es lo mismo un candidato estatizador que uno privatista; ni uno que privilegia los derechos humanos que otro que elige el indulto y el olvido. Hay políticos, empresas, corporaciones y grupos periodísticos tan generosamente democráticos, que invierten plata en encuestas sin ninguna otra intención que la de informar al votante acerca de los otros votantes. Prestar el servicio de reflejarnos en espejo. Eso sí: el espejo lo ponen los encuestadores, según el deseo del cliente. Últimamente hay mucha demanda de espejos deformantes de parque de diversiones. Las encuestas mejor pagas y las más abundantes son las de derecha.
Sí, porque atienden más solícitamente al que más bienes tiene. Además son las más exaltadas y difundidas; mientras que las encuestas oficialistas y “populistas” son las únicas sospechosas. Porque son clientelísticas para gente sin pensamiento que va a votar equivocada. Como horóscopos elaborados por brujos más autorizados que los nigromantes a pálpito, las encuestas de campaña presumen anticipar el destino de los votos. Son una forma de excitación del electorado: ayudándolo, ayudate. Contagiate, contagialo. Encuestate, encuestame. Y si Gran Cuñado hace su parte ; también la hace un periodista, como yo en este caso. Cada cual se deschava sea por voluntad o porque lo desnuda el escenario. Los honestos republicanos cuando son desnudados muestran las miserias por las cuales se tapan. El énfasis con que se transmite al ganador de una encuesta delata al emisor, más que a la encuesta. La mentira que más suena es que las encuestas independientes y objetivas son aquellas donde gana la oposición y que las que dan ganador al gobierno son compradas. Nada es neutro. Especular gozosamente que hay empate técnico es el modo de favorecer al que en verdad está perdiendo y de disminuir al que está ganando. Estamos encuestados por lotes, como el ganado. Y discriminados por barrio y por subsidio. Y por ser paquetes u ordinarios, o ser “nadies”. Las encuestas nos manosean en un mismo lodo. Las urnas no lavan todo. Hay encuestas con mentiras indelebles.

Carta abierta leída en Radio del Plata el 8 el de Junio.

4 comentarios:

  1. No tienen vergüenza!
    Hubiera dicho mi tía... si no fuera que le bajan línea y línea.
    Entonces los domingos, cuando voy por una hora a tomar mates con ella, en lugar de hablar de los primos y los sobrinos, de pavadas lindas que se hablan con las tías y de todo lo que nos perdemos por la ambición de los que más tienen, y que a pesar de tener tanto lo que más tienen es ambición desmedida y por eso siguen teniendo...
    tengo que tratar de contarle que todos los escándalos que me cuenta, que Tinelli, que Narváez, que Michetti, que la Nación, que el Clarín, que TN, que el 13, que, que, que... que no se deje engañar tan fácil... y que prefiero que sigan cantando la marcha, por más que yo no cante, porque del Carril hijo es otro pelotudo, y así y así.
    Por suerte Barone ¿cuántos años, 65, 66? es de los tipos que mi tía ve en la tele, y hace todo un poco más fácil, por más que contra los multimedios es imposible ganar nada mano a mano. Entonces aplica mejor que nunca... "billetera mata galán"
    Y gracias -siempre tan oportuno- por ayudarme con la letra...

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  2. Anoche miraba declaraciones de De Narváez y no se si este es un gil de cuarta que le venden fichas de plàstico o es un caradura. La misma sensación tengo cuando leo opiniones de Giustiniani o Binner.

    Nos vemos. Un abrazo

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  3. Las encuestas en PBA no dan como ganadores a ningún candidato opositor, sea de quién sea, salvo La Nación, pero obviamente sobre un universo de 1000 personas, domiciliadas tal vez en La Horqueta, no se puede considerar valedera, por el contrario, por ahora ganan los candidatos oficialistas.
    No considero que Artemio López sea un "cipayo de la derecha". Y sus pronósticos son en los últimos años bastante precisos.
    Hay un gran porcentaje de indecisos que pueden patear el tablero, en caso de votar "útilmente", pero esa es una cuestión pura y exclusivamente democrática.
    Si por voto útil, se vuelcan por la oposición, no se podrá considerar que son gorilas o anti K, tal vez sean votos "equilibradores".
    A diferencia de la AFA y Cuba, acá podemos decidir a quién preferimos y a quién no.
    Creo que uno de los mayores enemigos del éxito de Scioli es precisamente Néstor. Cada vez que abre la boca me recuerda a Herminio con la quema del ataúd. Si se mantiene callado, tal vez su candidato pueda tener una oportunidad más favorable. Pero siendo Néstor como es, lo dudo mucho. Es como solías decir vos, Orlando, uno es como es, y no es como no es.

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  4. A nadie le jode que Scioli, en vez de gobernar para toda la Provincia que tiene dos millones de problemas irresueltos, se la pase de campaña para una candidatura que no piensa ocupar? Me parece peor que deje a la deriva su laburo que la candidatura trucha, lo votaron para que gobierne, no para pasarsela haciendo campaña o yendo a hacer boludeces a lo de Tinelli. Así estamos

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