lunes, 21 de febrero de 2011

Carta para los íntimos

A los blogueros, a los amigos virtuales y algunos reales:
Sé que no estoy cumpliendo conmigo ni con los lectores de este blog. Sé que igual se las arreglan y aún se superan. Sobre todo cuando aparecen opinantes desopilantes. Disculpen este período de pausas: estoy escribiendo en mi intimidad un nuevo libro y sólo salgo y me expongo cada noche en 6,7,8. Además viajo a dar charlas a diversas ciudades. Esta vez les pido acepten este texto que acabo de recordar y encontrar en mis recientes archivos. Lo escribí especialmente para el Centro Cultural Padre Mugica. ¿Y saben qué? Me gusta mucho. Está dedicado a la mujer
. No tiene nombre propio. Y es mejor porque así es más generoso.
Un abrazo, Orlando


La mujer : socia de extrema supervivencia

Como una sobreviviente de la larga historia de la humanidad, la mujer se ha provisto de anticuerpos de resistencia y de coraje que, comparativamente, la acercan más a Rambo que a Blanca Nieves. No hace falta cometer alguna injusticia dando nombres emblemáticos y siempre insuficientes. Nací contemporáneo a la idea virtuosa de la virginidad y soy contemporáneo de las botineras. Nací contemporáneo de la sometida y soy contemporáneo de la compañera. Así como asumí el pase desde la pluma cucharita y del tintero, al teclado y la pantalla de la computadora, asumo que aquel varón que era ha sido atravesado por la mujer y de eso resulta otro individuo. El cambio, creo, me favorece. Y seguro me hace más feliz en esta evolución que entrelaza sentimientos, acciones e inteligencia, ampliando la antigua y prehistórica exclusividad vincular de la cópula y el cuerpo. El país se fue haciendo fértil de mujeres que produjeron una belleza heroica. En la Argentina hay tantas pruebas empíricas como mujeres. Me cuesta esta discriminación por género ya que prefiero considerarnos mutuamente socios de la condición humana.
De solo pensar a qué cosas ha tenido que sobrevivir esta mujer que hoy es mi aliada, dudo de la antigua leyenda del varón como dueño del mundo. Los restos de machismo los va acabando la vergüenza y el proceso de construcción social que lo desplaza. De empujar el cochecito a la nave espacial, o desde la Cruz Roja a las fuerzas de desembarco, compite por la vida. Puede igualar o superar al hombre, y ambos mujer y hombre pueden perder alternativamente. También hay casos en que ambos pueden desairar a sus géneros o desairar a la historia. Pero en tener hijos las mujeres son invencibles. Y no es un mérito exclusivamente biológico sino expresamente congnitivo. Es la prueba de su superioridad. Es el ADN de su supervivencia. De la supervivencia. Porque pueden engendrar, parir, abortar, resistir, perder, buscar, encontrar, recordar y reincidir. Si no los tiene los tiene igual: porque los siente o los sueña o los imagina. Esa secuencia de vida, comparada a la del macho, es su porción invencible.


Por Orlando Barone, 21 de Febrero de 2011.



lunes, 14 de febrero de 2011

Cristina no deshoja la margarita

¿Así que Cristina no se va a presentar? La pregunta es absurda. La repuesta sería otra pregunta: ¿Quién se lo va a impedir, la guerra gaucha, el comité unitario de color amarillo ictericia, los sátrapas de Papel Prensa, los desatinos del “pino” bonsái, los de la pitonisa que se va quedando sola con su bola de cristal de desaciertos, los filósofos de country que claman desde el pasado que hay que mirar hacia el indulto, el radicalismo de vanguardia, los “Momo” Venegas que ensucian el carnaval, los economistas del ajuste, Jorge Fontevecchia y sus “mejores periodistas? Ni se les ocurra que se lo va a impedir el gran muerto que la precede. Porque el muerto está vivo y no solamente en ella y en su luto. Por supuesto el destino está por encima de todo y de todos, incluso de la protagonista.
Últimamente sobran en los líderes opositores y en sus socios y soportes mediáticos, los deseos de que Cristina no se presente a la reelección. Por ahí van rumiando o proclamando ese deseo malnacido de la impotencia de no llegar a las uvas, como el zorro de la fábula de Esopo. Pero la presidenta no está deshojando la margarita. No, porque la tiene tomada del tallo y con todos sus pétalos intactos. Y tiene riego, roció y soles para rato.
Claro, que sería otro campeonato si en el próximo no participara quien más chances tiene. Es como si después de tanto esfuerzo para lograr salir y salirnos de allá, del fondo, y estar a flote en la superficie, la continuadora del modelo se retirara para darles el gusto otra vez a los ahogadores. A los naufragantes. O para darles un premio consuelo a los que viven perpetuando la crispación de seguir cayéndose por el plano inclinado dando manotazos estúpidos. Como son estúpidos esos deseos de que Cristina de un paso al costado; deseos que los deja al descubierto. Y que los delata en su derrotado espíritu de ya ni siquiera intentar ganar sino de intentar que la que va a ganar no se anote.
Para el país es un buen síntoma que los candidatos a competir con ella desde el contrafrente-y aún desde los sótanos- se permitan la ligereza de una ilusión tan pobre; ya que eso expone su rabiosa desilusión por tener que resignarse a ser los cola de perro. Con perdón del perro.
A lo mejor lo que quieren decir cuando dicen que Cristina no se va a presentar es que como no se vislumbran sorpresas en el resultado de octubre, la especulación- aunque sea absurda- les aporta un poco de suspenso ilusorio. Y de respiración artificial. Pero el tubo de oxígeno tiene una carga limitada y dura poco. A las elecciones algunos candidatos van a llegar boqueando pero sin parar de hacer daño. Es inútil: no hay deshojamiento que valga: la margarita tiene los pétalos intactos.

Por Orlando Barone, escrito el 14 de Febrero de 2011.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Cómo ser más kirchnerista que los kirchneristas?

Los candidatos de la oposición –todos- día tras día irán aumentando las respectivas deudas contraídas con los grandes medios hegemónicos. Y en el hipotético y remoto caso que algunos consiguieran el gobierno, sus acreedores mediáticos y corporativos estarían a la espera de cobrar en la primera fila. Agarrados de los genitales, ya estrujados de tanto estrujamiento, los candidatos antigobierno se enfrentarán con la impostergable obligación de tener que pagar el interesado empréstito que usufructuaron durante todos estos años. ¡A pagar! Les llegará la orden y será la sociedad la que deberá hacerse cargo por ellos de tantas puestas en escena, de tantos reportajes y de tantas apariciones en pantalla que les fueron ofrecidos con la tácita promesa de saldar la deuda apenas obtengan éxito.
Las señales e indicios los colocan en el riesgoso trance de ser deudores morosos. Pero aún perdiendo en todos los frentes la deuda impaga les pesará como un insano sobrepeso. Sometidos, atados, esclavos de sus socios inversores – los grandes medios y sus grandes mensajeros- irán dejando a su paso las trizas de un espejo partidario o de doctrina ya roto. ¿Cómo volver a “Ser” después de haber sido empujados a ser como los medios les imponen? A medida que se acerquen las elecciones todos los predicadores que militan en la derecha van a intentar deslizarse hacia la izquierda. No hacia la izquierda que, sin saberlo, aspira a ser derecha, sino a la izquierda que produce este gobierno. El kirchnerismo, la presidencia de Cristina. Un instinto de salvación les dirá que para ganarle al kirchnerismo tendrán que simular una orientación que no practican. Por lo bajo les pedirán permiso a sus patrocinadores para que les dejen escenificar esa apariencia. Copio a la escritora española Almudena Grandes. Ahíta de la rabiosa oposición a Zapatero se preguntaba cuan agotador era pretender “ser más socialista que los socialistas y más sindicalista que los sindicalistas…” O más papista que el Papa.
Entonces, ¿Cómo ser más kirchnerista que los kirchneristas? Si se llenan la boca acusándolos de fanáticos, de populistas, de atentar contra la libertad de prensa y de mentirosos de los Derechos humanos.
La única forma de intentarlo o de aspirar a conseguirlo hubiera sido no haber contraído tamaña deuda con los grupos mediáticos antigobierno. Y antagónicos de este proyecto de inclusión y productivo. No hay candidato opositor que no tenga sobre si un futuro de cautiverio. Es que deberán pagar este favor que les hacen los medios para que se pavoneen disfrazados de autonomía.
¿Cómo ser más kirchnerista que los kirchneristas? Quitándose la soga de los genitales. Si es que todavía sirven.


Por Orlando Barone, 7 de Febrero de 2011.