viernes, 29 de enero de 2010
Hace calor, sí. ¿ Y qué quieren, que nieve?
Por eso me pregunto: ¿Qué necesidad hay de al encontrarse con cualquiera, poner cara de sofoco y decirle /¡Qué calor, no se aguanta! /Para que la otra o el otro respondan /“Así no se puede vivir”/. Y, no. No se puede. Y dale con el calor. Que es bárbaro, insoportable, infernal, terrible. Surtido básico de adjetivos alusivos. Además al adjetivo se lo acompaña con gestos y muecas de tortura.
Gente aparentemente normal, estándar, que habiendo perdido todo indicio de originalidad parece reconfortarse en un monotema: el calor. Se contagia el calor por osmosis del diálogo y del boca a boca. Se dan manija y más sudan cuanto más “calorpatía” se intercambian.
¿Me decís que ya no dás más de calor? Pero si estás en el edificio de tu empresa donde las empleadas hasta tienen que ponerse un saquito. Si salís de un aire acondicionado y te metés en otro.
El calor mata. O “la” calor como se decía antes cuando en verano las mujeres usaban enagua y corsé y los hombres sombrero y saco y corbata, y debajo de la camisa, camiseta intelock. ¿Cómo hicieron para sobrevivir solamente apantallándose con un abanico o con un ventilador que apenas si soplaba una brisa caliente? Eran tiempos en que no había delivery de helado.
Imaginen ese padecimiento de no poder pedirlo por teléfono Tampoco había, y no voy a enumerar cuanta tecnología existe, porque todo está en las listas de electrodomésticos. En cualquier momento para viajar en colectivo o en subte se empiezan a fabricar refrigerantes portátiles de culos para que no se te pegue la cuerina de los asientos.
El calor se disfruta de acuerdo a las playas o piletas que nos son afines , y se sufre de acuerdo al laburo de pizzero con horno a leña donde se labure.
Cada cual tiene calor según el fresco de que es propietario. Hay gente que ni en invierno es dueña del calor, ni del fresco en verano. Debe vivir siempre a contramano de la temperatura. Es la que tiene derecho al pataleo. La otra, que deje de agotar kilowatios al pedo, por angurria.
El problema a que yo apunto no es el serio de la salud, que exige cuidados, sino el del lenguaje. El de convertir al calor en el único tema relevante de nuestras relaciones. También entre nosotros los periodistas, que últimamente no militamos en la sensatez sino en lo desorbitado. En muchos medios se está hablando del calor como si fuera una plaga climática que va a derretir a la Argentina. Lo que sería bueno se derritiera es el lugar común; lo obvio. Para que el que no habla del calor con el otro, no se sienta un excluido. Hablar del tiempo es la excusa más difundida para no decirse nada. Pero es sorprendente que en pleno verano nos sorprenda el calor. Será que tenemos tan poco para decirnos. O porque es la única coincidencia que nos une.
*Carta abierta leida por Orlando Barone el 29 de enero por Radio del Plata
miércoles, 27 de enero de 2010
Que le saquen la careta al monstruo que tienen escondido.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 27 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
martes, 26 de enero de 2010
El gobierno mete la pata hasta acá
Y los partidos de la oposición no se la pasarían desconfiando de la influencia del Alba, de los díscolos del sur y de Evo Morales. ¿Por qué no tener la prudencia política de mimar a la Santa Iglesia, a la farándula mano dura que tanta adhesión recibe de las masas televisivas, y a los economistas ortodoxos del ajuste; en lugar de acercarse a los garantistas blandos, a Florencia Peña, y a los economistas afines del grupo Fénix? ¿Qué quiere este gobierno? ¿Ser apoyado por Carta abierta de los intelectuales que escriben en difícil y que pretenden un proyecto popular, o ser aliado del grupo Aurora con sede en el diario la Nación y que cuenta con accionistas culturales del voto calificado?
Si quisiera gobernar sin tener que dormir con un ojo abierto tendría que reivindicar al Cobos furtivo, y además ceder, parar y retroceder. Pero elige tocar intereses delicados aún a costa del riesgo de perder. ¿Si al Gobierno realmente le interesara mantener cómodamente el poder sería tan estúpido de echarse encima a Héctor Magnetto el empresario más ligado a todas las fuentes de presión? ¿Y para qué confluir con las abuelas y las madres de plaza de mayo en lugar de confluir con la sociedad del borrón y cuenta nueva que no mira nunca para atrás pero si mira a la derecha? Gobernar o enfrentar. Flotar o avanzar. Esa es la cuestión. El gobierno avanza y enfrenta. Y esa es su apuesta y su franqueza. Es lógico que para aquellos que les duele, mete la pata hasta acá.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 26 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
viernes, 22 de enero de 2010
La irresistible atracción de los niños huérfanos haitianos.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 22 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
jueves, 21 de enero de 2010
Cómo evitar el complejo de inferioridad oficialista.
Se retira de la cancha y le deja a la televisión la denuncia sin pruebas. No es fácil defender una gestión o una obra, como sí es fácil coquetear desde la teoría, la crítica o la utopía. La autoestima así vulnerada produce en la persona un desánimo y complejo de inferioridad política. Entonces empieza a callar sus opiniones; y como las calla aparenta asentir con los opositores. Y así se aumenta esta presunta mayoría de la calle y de los medios cuyos miembros se rejuntan en la contra. Hay un subyacente aire intimidatorio en el mensaje opositor que gran parte de la sociedad retransmite a lo Mirtha Legrand como si fuera la verdad verdadera. En determinadas geografías no ser oficialistas es un rango, como estar de vuelta de creencias y adhesiones masivas. Los de derecha que en privado bailan, ponen en público cara de culo como si les preocupara la suerte de los muchos. Se ven así figuras notorias de distintos rubros de la fama, descalificando la realidad aunque ellos se solacen en una realidad opulenta.
Otros en su discurso opositor charlatanean con una abstracta revolución más profunda que la que expresa el oficialismo. Y cuanto más se histrionizan a la izquierda más se “aderechan”. Es un ataque bilateral simultáneo. Ante esta prepotencia adueñada de la perfección sin hacer nada, no más callarse. Dejar de cederle a los contrarios el campo orégano y el campo soja y el latifundio del guitarreo crítico. Enorgullecerse de compartir el colectivo sin melindres de pasajero vip. Porque aún con reparos, pocas veces como hoy, ser oficialista es estar cerca de la razón y del cambio.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 21 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
martes, 19 de enero de 2010
Los que repiten y repiten y repiten. Repiten.
Si en los grandes medios un día de estos se dijese que los Kirchner, el matrimonio, la pareja reinante, como sea, se bajaron de la limousine para robarle el tarrito de la limosna lleno de monedas a un mendigo ciego de la calle, se lo creerían. Y lo repetirían como si los hubieran visto con sus propios ojos. Si Mirtha Legrand se quejara un mediodía de que los kirchneristas le echaron mosquitos de dengue en un ramo de flores que le enviaron de regalo, se unirían en coro para desagraviarla y desinfectarla. Todo cuanto de malo y de atroz se pueda decir acerca del gobierno y de las personas que lo componen, cuenta con un tropel de adherentes tan malos y atroces como lo que repiten como cotorras de organito. Últimamente se trata de repetir historias, cuentos, fantasías contrarias a los Kirchner. El que cuenta la pavada más grande e infundada se lleva los aplausos. Hay medios que las repiten con la misma seriedad con que un idiota repite lo que otro le repite que le repitieron otros. En grandes sectores sociales corren aguas servidas de ingratitud amnésica, arrogancia contrera y republicanismo fatuo. Hay legisladores a quienes les interesa más el reglamento que acompañar una ley que beneficie a muchos. Hoy la tendencia favorita es salir a decir cualquier desvarío o desmesura que dañe o hiera a la presidenta sin más asidero que haberlo oído por ahí a un político, a un periodista o a un taxista que, aunque no se conozcan entre sí, actúan en combo. Parte de nuestra sociedad se ha convertido en un eco sin pensamiento que repite todo cuanto oye y lee. O le dicen. Sobran anécdotas en salas de espera, en reuniones, sociales, en quinchos vip, en cualquier cola de banco o de prepaga. Desde esa perspectiva opositora cada crimen es culpa de este gobierno. Y cada bicichorro y cada peatón chorro. Y cada bebe chorro. La gripe A, el sarpullido de verano, una hamaca que se cae y lastima a un nene, los choques en la ruta, el descontrol juvenil de la costa, la idolatría Fort, las señoritas que muestran los culos a los maridos de las otras, los fracasos personales, el cambio climático, los fondos buitres y hasta los deliveries de heladería que llegan con el helado derretido, son culpa de los Kirchner. Los repetidores más ominosos son los presuntamente cultos, a veces doctorados o graduados, que tienen el mate lleno de “información” Y de nada, con odio. Vieron que en Chile Piñera y Bachelet desayunaron juntos, y ya comparan con que Cristina no desayunaría con nadie que se le opusiera. Yo pregunto: ¿Se merecen alguno de esos cínicos y tranfugas multipartidos que la presidenta los invite a la mañana para empezar el día viéndoles las caras? Como la palabra sale y no paga peaje, ni se le hace control de veracidad o raciocinio, siempre tienen algo antikirchner en la punta de la lengua. No saben nada de Brasil ni de Chile más que por haber estado en tres o cuatro playas y porque una vez tomaron pisco o caipirinha, y presumen conocer el perfil psico- social y económico de ambos países a los que imaginan superiores a la Argentina sin conocer más que de fútbol. Y estar enterados de que a Lula le falta el dedo de una mano. Ahora admiran con nostalgia al técnico Marcelo Bielsa porque está afuera. Desde el obelisco se entusiasman con Pepe Mujica porque es sencillo y no usa traje, no como Cristina que se pone todo Chanel y Versace encima. Hay quienes repiten únicamente dos cosas: el exceso de comida y el desprecio “antikirchner”. Pero está la maldición del repetidor. Es que de tanto repetir cada día lo que le entra y no procesa, ya ni él mismo sabe lo que piensa. Solo sabe que repite.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 19 de Enero de 2o10 en Radio del Plata.
lunes, 18 de enero de 2010
La derecha es feliz cuando gobierna la derecha
¿Acaso las madres y abuelas de Plaza de Mayo apoyan al gobierno de Cristina Fernández porque es igual al de los años noventa? ¿Acaso los ideólogos de la represión y de la presión por la amnistía, son enemigos del gobierno porque los está favoreciendo? En este sentido la derecha argentina tiene la ventaja de que ante un gobierno popular nunca va a estar sola en la vereda opuesta: va a contar con aliados de la izquierda que le dicen a la sociedad que el gobierno es un fraude. Y si el acecho bilateral da resultado y el gobierno popular cede o pierde, la derecha le birla a la izquierda el vértice del podio y se autoproclama dueña del triunfo. Y la izquierda, apartada del festejo, pasa otra vez a ser la damnificada. Y vuelta a empezar a acechar al gobierno de derecha desde la izquierda. Hasta que gane otra vez un gobierno popular y la izquierda vuelva a coincidir con la derecha. En Chile la derecha está feliz: sea Piñera menos o más de derecha. La pureza no les importa: les importa el derechazo. La izquierda en Chile fue mezquina. Apoyó con desgano al candidato progresista de la concertación y favoreció la derrota. Moraleja: siempre hay tiempo para volver a la tierra. Porque cuando la izquierda quiere ser demasiado pura, ayuda a ganar a la derecha.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 18 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
viernes, 15 de enero de 2010
Borrador de preguntas de verano
Carta abierta leída por Orlando Barone el 15 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
jueves, 14 de enero de 2010
Haití, desde Buenos Aires
Ni los Tonton Macoute, ni Papá Doc Duvalier
Con su dictadura mortal
Casi eterna.
Ni los americanos ricos que les pagaban
A los Tonton Macoute para que los negros
Fueran mal pagados
Y trabajaran como si ganaran mucho.
Ni tu pequeño mapa de isla del Caribe
Que descubrió Colón, sin darse cuenta
Que con el tiempo sería un depósito
De esclavos africanos.Esclavitud aceptada con aquiescencia
Por sus aprovechadores
Gordos de comerse toda la plusvalía
Haitiana.
Ni tu ubicación en la última escala
De los países pobres, donde vivir 50 años
Es una quimera, y donde morirse es
Una forma de salvación,
para no tener que vivir
Entre la basura
Haití, país que fue libre antes que todos
Los países de Sudamérica y del Caribe,
Es un decir, fue libre.
Lugar donde los refinados franceses
fueron pervirtiendo
Sus perversiones en criaturas pobrísimas de cualquier sexo
Que perpetúan la esclavitud
Por querer salir del cautiverio.
Todas las miserias y pandemias cruzaron
Tu historia negra escrita por los blancos
Con escritura de dominio.
Y ahora esta cosa furiosa
Que abre la tierra como si abriera tumbas
Y tumbas y tumbas. Tantas
Como si todos los muertos de tu historia
No bastaran
Para seguir enterrándote.
Haití, isla que no tuvo
La suerte de Cuba
Sino la mala suerte del olvidado náufrago.
Desde Buenos Aires no te entiendo.
Te miro sorprendido como
A un país exótico
O como a un hermano del
Que se ha perdido su rastro
Y del que nos vuelve a dar noticias
No la vida sino la muerte.
Carta abierta leída por Orlando Barone el día 14 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
miércoles, 13 de enero de 2010
Vicepresidente ubicuo, sin gloria y con pena
Lo que históricamente se llama “un presente griego”, es decir un regalo que se te vuelve en contra, es Cobos. La culpa no es solo del regalo sino de quien lo recibió alegremente sin prever el inesperado torcimiento. Y ahí está Cobos lo más orondo haciéndose pasar por un presidente paralelo. No se pone una banda porque duda si el abuso de símbolos no sería un argumento para acusarlo de impostor. Legisladores tan demócratas, como los que en Honduras alentaron al golpista Micheletti, lo legitiman vocacional o imprudentemente; mientras a la presidenta la desdeñan. De Julio Cleto Cobos se podrá decir opuestamente que es un traidor o un héroe; un conspirador o un estratega. Pero la distinción que más le sienta es la de mutante indefinido. Su posición en el teatro del poder es la de un actor no protagónico, que en estado de narcisismo infundado, se salió de la letra para “vedettizarse” y que es bendecido por votantes mutantes. Muchos de quienes votaron a la presidenta pero se arrepintieron enseguida y sin memoria ni remordimiento se pasaron al que quebró el acuerdo desde adentro. Lo cierto es que Cobos es un vicepresidente en ejercicio de la apariencia, y en ejercicio de la deslealtad consentida por una extraña ética política. Su liderazgo no nace de la acción sino del deslizamiento. No surge de la frontalidad sino de lo furtivo. Quienes lo soban, con tal de apurar una deseada apropiación son capaces de tratar de escriturarse para sí, una propiedad que es de otros. Es su modo de ayudar al gobierno y al diseño de una institucionalidad hipócrita. Una aquiescencia mediática lo acompaña como garante y socia interesada. Si alguna vez Cobos fuera consagrado presidente porque la mayoría de los votantes lo eligiera, el retrato de la sociedad argentina acumularía otra faceta a sus tantos comportamientos. Cada pueblo tiene en su imaginario un modelo de presidente. Lo lógico es que el pueblo de los pigmeos elija un pigmeo y el pueblo de los gigantes, un gigante. Con igual lógica un pueblo de mutantes continuos elegiría a un mutante que no pudiera contener su mutación incesante. Como Cobos. ¿Con qué antecedentes de lealtad, sinceridad y honradez asumiría? Imagino a sus votantes mutantes en la permanente duda acerca de su naturaleza no positiva y no afirmativa; no caliente ni fría. Sin gloria y con pena siempre habrá candidatos a presidente.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 13 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
martes, 12 de enero de 2010
Recuerdos de las ferias del trueque
Carta abierta leída por Orlando Barone el 12 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
lunes, 11 de enero de 2010
Apogeo del Banco de la patria
La sociedad argentina de nuestro tiempo, a la que se le puede adjudicar la invención del cacerolazo próspero y del vicepresidente conspirador, acaba de inventar el Banco de la patria. Monumental idiotez que permite deducir el alto grado de colonizaje de tantos conciudadanos presuntamente autónomos. Repentinamente para muchos- incluso para algunos que siempre están al borde de ser vulnerados por lo mismo que adoran- el Banco Central parece adquirir el simbolismo de la patria dentro de la patria, a salvo del poder ejecutivo al que la sociedad elige. Les gusta que la presidenta del país sea desairada por un funcionario subalterno así como se entusiasmaron a favor del enviado Arturo Valenzuela cuando vino a dar sermones y fue recibido por los opositores con la espalda curvada hacia delante. Genuflexión aprobada en el manual de estilo de la relación entre señores y plebeyos. Cuando Bertolt Brecht dejó aquella ya célebre y romántica cita- Es mejor robar un banco que fundarlo- se anticipaba a que la vocación humana iría a contradecirlo eternamente. Ya que pasa al revés: se considera mejor fundarlo que robarlo. Muchos argentinos mantienen con los bancos mejor relación que con sus gobiernos. Los aman. Los soban. Por eso sintiéndose traicionados en el 2001 empezaron a atacar bancos como si fueran enemigos. No podían creer la gran estafa de sus grandes aliados y cómplices de tanta embriaguez financiera noventista. Esa dependencia patológica traiciona hasta a los más trasgresores. Y hasta puede hacer estragos en la sensibilidad de un izquierdismo que se arriesga a tomar el colectivo a contramano porque por ser original lee a destiempo las señales.
Para no ser injustos: con el tema del Central estamos todos desorientados. La única que no duda es la derecha que está en todos los partidos y en todos los televisores. Y a lo mejor en muchos de nosotros. La derecha anida secretamente – como han visto- hasta en gente recia que declama la Revolución agraria. La paradoja es que muchas señoras y señores que hace ocho y nueve años golpeaban con sus tacos, abanicos y bastones las puertas de los bancos, y arañaban e insultaban a los desprotegidos empleados bancarios, hoy se creen unidos en la épica empresa de tener que salvar al banco Central y a su presidente despedido. ¿Saben por qué esta adhesión , por qué consagrar al Banco Central como el banco de la patria? Porque no se cambiaron sus normas imperiales por normas nacionales soberanas. Las dejaron ahí como una trampa leguleya que sacraliza las reservas deslindándolas de quien es su propietario: el Estado. Y quienes más se aferran a esas normas son manualistas que aspiran a la librea del tribunal de La Haya aunque perjudiquen el mejoramiento social judicializando las reservas. Algunos trinan, porque la deuda es ilegítima. Pero es que varios gobiernos y camadas de votantes las legitimaron largamente. Aunque desde hace seis años fue reducida a su tercera parte. Tres veces menos: no es poco. Los que piden más que vayan a convencer a los patriotas que defienden a Redrado y que acechan por la amnistía y la restauración conservadora. Y no hagan caso a los grandes medios: este no es un conflicto de poderes. Es un conflicto entre inclusión y exclusión. Y de algún lado hay que ponerse. Y si hoy el Gobierno anunciara que consiguió que Gran Bretaña devuelva Las Malvinas los negadores dirían que no: que se las queden los ingleses.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 11 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
viernes, 8 de enero de 2010
Extrañas coincidencias “enredradas”
Carta abierta leída por Orlando Barone el 8 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
jueves, 7 de enero de 2010
Ruidos muertos
Carta abierta leída por Orlando Barone el 7 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
lunes, 4 de enero de 2010
De un periodista, al periodista Víctor Hugo Morales
Esta primera carta abierta del año 2010 no debería estar escrita ni hablada sino que debería estar sobreentendida e implícita como deben estarlo la gratitud y el reconocimiento. Porque hay gestos que son regalos de imposible equivalencia. Pero si Víctor Hugo Morales hizo pública por radio Continental la honestidad y cualidad del periodista Orlando Barone, y aunque esta- mi retribución- no sea compensatoria dadas las diferencias que hay entre tribuna y peldaño, y entre las metáforas de un “barrilete cósmico” y la de un barrilete de juguetería, quiero también públicamente y por radio del Plata, darle las gracias a Víctor Hugo Morales. Porque al enterarse de que la revista Noticias me eligiera como el “peor periodista del año”, reaccionó ante el micrófono como tocado por una bajeza y una injusticia. Y arriesgándose al encono de gran parte de la corporación mediática, no dudó en defender a un periodista “inconveniente” o “jugado”-según sus palabras- y asumió mi defensa profesional y ética dejando en claro que hay sectores dañados y corruptos de la política y del periodismo que contra aquel que no se asume como manada actúan canallescamente. Dante Alighieri aloja a los ingratos en un profundo infierno. Y yo no quisiera ser horneado en él. Por eso este agradecimiento público. A vos Víctor Hugo. Para que la vida ya no me permita torcerlo o reducirlo por ningún motivo posterior y anecdótico. La gratitud debe ser tan larga como para resistir contingencias que pudieran amenazarla. Que un periodista de tamaño superior como Víctor Hugo haya acudido en mi defensa, defendiendo a su vez la dignidad de un oficio de libertad condicionada a hegemonías económicas, me hizo empezar bien el año. A través de él le agradezco a quienes privadamente se adhirieron. Valoro también a tantos que calladamente rechazaron ser jueces en una competencia inducida por el comisario y su caballo. Pero hay que asumir lo que el prístino editor Jorge Fontevecchia ha sentenciado avalado por la voluntaria participación de un jurado prístino. Fui consagrado “ el peor de todos”. Así como Joaquín Morales Solá fue elegido “el mejor”. ¿Cómo no va a merecérselo con los méritos que hizo? No hay mejor periodista que el que no daña a los dañadores sino que los protege y los lame. No me inquieta que en ese jurado que me desciende hayan estado Cleto Cobos, de Narváez y Elisa Carrió, y Marcos Aguinis y el rabino Bergman entre otros demócratas. Sus votos eran previsibles. Pero me inquietan otros miembros del jurado. Me pregunto sin guardar ilusiones: ¿ Victoria Donda, Jorge Lanata, Braga Menéndez, Artemio López, Ricardo Rouvier , también ellos me eligieron el peor? Y además Julio Bárbaro. “¿ Tú también, Julio?” diría el César en la obra de Shakespeare. Sí, también él. Al principio sentí algún temor de que la votación fuera certera y yo fuera realmente el peor periodista. Calculé que en ejercicio hay más de veinte mil y que salir último en la lista superando incluso al dueño de la revista Noticias es un récord. Porque si Nelson Castro, si Leuco, si María O`Donnell, si Magdalena, si el deshumorado Nick desde el jurado decidieron mi condena tendrán pruebas de mi inferioridad. A estos nadie les dictó el fallo ya que se lo sabían de memoria. Pero por suerte está allí Victor Hugo con su fraternidad, que es su naturaleza, para comprender que el peor mejora según quienes lo juzgan. A Noticias y a su director no vale agradecerles con un pedorreo merecido, sino con una lección de periodismo-periodismo. Para esto escuchen la grabación de Víctor Hugo Morales. Y que la sigan sorbiendo.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 4 de Enero de 2010 en Radio del Plata.
¡Feliz año para todos!