martes, 4 de agosto de 2009

Los viejos no van juntos al cielo


En la ciudad de Buenos Aires hay casi 300.000 personas mayores de 70 años. Yo estoy entre ellas. Por cada cien mujeres de esa franja de edad hay setenta hombres. La diferencia surge de otra diferencia: mientras los hombres promedian una expectativa de vida de 70 años; las mujeres alcanzan los ochenta. Esos diez años no son un párrafo del calendario. En ese tiempo se pueden gozar de 3.650 días más de dichas y de desdichas. Y eso nadie lo elige. En diez años la vida puede transformarse a la par que se apaga: pueden nacer nietos o bisnietos, pueden sucederse fenómenos tecnológicos que todavía asombren, pueden leerse libros nunca leídos, hacerse viajes pendientes o faltantes, y aprender algo nuevo de los últimos tramos de la vida. Aprender algo nuevo significa ignorar algo menos. Aunque nunca se dejará de ser ignorante. Que haya un 30 % más de mujeres de más de 70 años que varones significa que hay más viudas que viudos, y más solitarias que solitarios. Sí, son más las mujeres que entierran a los hombres y más las que están destinadas a recordarlos u olvidarlos. La “senectute” o senectud, como titula el filósofo Norberto Bobbio uno de sus últimos ensayos, es un acto de resistencia vital: cuanto más longeva es una persona, más se convierte en sobreviviente de su generación. Va dejando detrás un reguero de velorios.
Llega un momento, si excepcionalmente alcanza los noventa, en que de aquel largo vergel de sus amigos queda un páramo. Cuando mira la fotografía de todo el grupo de aquellas vacaciones, o la de la graduación, siente que los demás se fueron yendo. Un sobreviviente mayor de 80 años es una representación de triunfo sobre tantas deserciones que va produciendo la vida. Los viejos siempre tienen el corazón más lleno de cruces que los jóvenes; y más desierto el sembrado de ilusiones, porque las han ido cosechando y gozando, o perdiendo. El otro día , para no perder mi ironía, le dije a mi nieta que si la estadística estima en 70 años la expectativa de vida de un hombre, yo me estaba abusando un poquito. Me contestó con igual ironía: “ Abuelo si por ahí a mi se me cae una cornisa en la cabeza, me muero a los diecinueve”. Pensé que si a ella no le ocurría lo de la cornisa, y siguiendo la estadística, podía vivir sesenta años más, mientras que para mí cada instante que pasa se está tipeando el último telegrama. No el de despido, sino el del olvido. Es muy rara la vida.
Mujeres y hombres sabemos que no vamos a morir al mismo tiempo y sin embargo jugamos a que nos vamos a compartir siempre. Así mujeres y hombres se entretienen, hasta que las viudas se quedan solas en la estadística. Sospecho que todos tenemos insertado un chip que nos fabrica esperanzas, aunque a veces no las merezcamos. Pero uno no escarmienta. Y es capaz de no mirar hacia el cielo cuando hay luna llena.


Carta abierta leída el 4 de Agosto de 2009 en Radio del Plata.

23 comentarios:

  1. Orlando, compañero Orlando!!!
    Cuánta sensiblidad para definir el último tramo de la vida!!!!
    Suena, triste, lacónico, pero tan real y tan para todos!!!!
    Hoy en un reportaje, Alfredo Alcón en página, justo decía, que añitos más añitos menos, todos partiremos.
    ¡que misterio que es todo esto!! sobre todo si uno no tiene un sustento religioso!!!
    Orlan: un genio!!!!
    Se me humedecieron los ojos al terminar de leer la carta, como me pasa casi todos los días!!!
    Marcela Berenguer

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  2. Sabe lo que pasa don Orlando, que a los años hay que valorarlos por la "causa" que lo moviliza. Por eso era lo de "jovenes de 20 viejos" y "viejos de 80 jóvenes". Yo pasé los 70 y luego de 50 años de oprobio salvo algún lapso, quiero defender con todo lo que me resta a este gran gobierno.

    Saludos Ariel de www.elpiojoresucitado.bogspot.com

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  3. En los '60 y '70 la veredas de Flores eran nuestras, las mismas que abandonamos para meternos atrás de las rejas.

    Conocíamos a cada vecino de la cuadra, nuestra verdadera seguridad.

    En ciertos horarios, sentados en los escalones de las puertas de calle, pibes y ancianos se juntaban, unos contando sus batallitas y otros escuchándolas, atentos, mientras los adultos iban a trabajar.

    La generación de mis viejos que hoy tienen alrededor de 80 años vieron el Zeppelin sobrevolar Buenos Aires en los '30 y el Concorde en los '70.

    De la radio, pasando por el televisor a la Internet, sin que les crezcan aletas, sin ninguna evolución para que los cuerpos se adapten.

    En los '90, bajo la doctrina de la picada de avispa, la negación a la vejez, junto a la rapiña, fueron las principales líneas bajadas desde nuestra mayor representatividad. Así vimos cada miércoles, mientras puteábamos por el corte de calle, frente al Congreso, hoy tan solicitado, los jubilados protestando por el colapso del PAMI y las jubilaciones miserables.

    Esto se daba bajo la indiferencia del resto, muchos de los cuales hoy se escandalizan con cualquier tema que los medios quieran imponer, los mismos que mostraron a Norma Plá como personaje, sin hacer reflexionar ni sumarse en su lucha.

    Hoy los recuerdos que nos puedan contar los ancianos cobran vital importancia. Que la Sociedad Rural se instale con pretenciones de poder, hace de esas memorias, ni más ni menos, recuerdos del futuro.

    En tiempos donde nos morimos de nada, pasar los 80 años implica haber vivido el tiempo máximo que se nos otorga, suficiente mérito para aprender de ellos, quererlos, valorarlos y devorarles ávidos sus recuerdos, memoria viva de un país, la que no sale en los diarios.

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  4. Si hay algo en que los ancianos son testigos es que Argentina nunca fue ese país del ideario colectivo al que alabamos cuando decimos: "Volver a ser ese gran país...."

    Nunca existió.

    Cuando nadie discute aunque lo omitan que en estos seis años se creció más que nunca, uno tiende a comparar estos tiempos con el ideario.
    Claro, no cierra. Porque dentro del gran país imaginario que alguna vez fue, estos tiempos sin veredas no parecen ser los mejores.

    Un buen ejercicio cívico es aprender que a este país nunca se lo dejó crecer y nunca llegó a ser grande. Ese gran país como lo construímos en cada una de nuestras cabezas jamás será de la forma idealizada en el pasado. Si será será distinto. Porque su imagen se fundió en la Argentina de principios de 1900 hasta la llegada de Perón. Poco importó que entre el '49 y el '55 esa Argentina fuera disfrutada por las mayorías por primera vez, el ideal de Gran País siguió siendo la de los años con mayor diferencia entre ricos y pobres, sin leyes laborales, abrazados al Imperio Británico, de veranos en la estancias y más verano en París. Claro, flor de país, como para no tenerle nostalgia.

    Cambien por '03 y '09 y encontrarán gente que extraña los '90. Muchos de los apellidos son los mismos. Los nuevos, de tan garcas, ya se han vuelto aristocráticos.

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  5. Orlando, sólo tenemos el hoy, tanto nosotros los mayores como los jóvenes, niños, etc. Por eso, gracias por tus escritos que muestran tu alma. Cariños

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  6. Genial Orlando. Espero seguir disfrutando de tus cartas por muchos años más. Saludos.

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  7. orlando : yo te hacia mucho mas joven, sera por tu alma, o por el entusiasmo robado a nuestros viejos. Que enorme orgullo debe ser para vos saber que no te vencieron los desencantos.

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  8. Orlando Querido:

    El camino que vos elegiste no tiene que ver con el olvido. Elegiste, a través de tus escritos, el camino de compartir tus brillantes ideas y tu alma como sólo lo hacen los grandes tipos.
    Como dijo Rober, espero seguir disfrutando tus palabras muchos años más!

    Un abrazo compañero del alma, compañero…

    Roxana

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  9. Orlando:para tu chip que fabrica esperanza: te escuche decir el otro dia que empezas a nadar otra vez... Arriba con eso, vamos que sos un nadador master !!! Yo te apoyo , te admiro muchisimo y te cuento que tengo compañeros de tu edad y hay gente mas grande tambien en este pais que nada... si necesitas apoyo, mi grupo te lo da, somos los nadadores Master de Once Unidos Mar del PLata .Nunca es tarde para nadar, siempre hay un mar, un rio, un lago o laguna para empezar el desafío. Un gran gran abrazo
    Cristina

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  10. Gente, entiendo el cariño que Orlando les representa, el describió, por ahí con tristeza el poder formar parte de una estadística, él no denunció su muerte, no sean tan sensibles, entiendo que no pueden con su genio y solo intentan reconfortarlo con criticas siempre favorables, puede ser una buena forma de expresarle cariño. Los comentarios no siempre tienen que ser favorables sino son como las llanuras, a la larga se hacen monótonas, supongo que las posturas críticas a su pensamiento, lo fueron elevando.
    No creo que con frases como: se encuentra en el último tramo de la vida, o que sea un anciano testigo de la argentina, sólo tenemos el hoy, te hacía mucho más joven, nunca es tarde para nadar; aunque hayan sido escritas con afecto lo pongan muy alegre. Seguro si le preguntan cómo trata a un amigo o conocido de su edad, lo llama el muchacho o el pibe.
    No lo entierren con sus alabanzas y espero que mi comentario no los enoje, aunque si así ocurriera los entiendo por saberlos seres sensibles.

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  11. Basta con tener a tu vieja en un geriátrico para ver como las mujeres sobreviven a los hombres. En el de mi vieja calculo que hay 20 mujeres por cada hombre. Impresionante.
    Igual vos Orlando, tranqui, que a vos te quedan varios cartuchos todavía.
    Estuvo bueno el cambio de tema Orlando.

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  12. por eso, porque la vida pasa: "Defender la alegría como una trinchera
    defenderla del escándalo y la rutina
    de la miseria y los miserables
    de las ausencias transitorias
    y las definitivas...
    ...defender la alegría como una bandera
    defenderla del rayo y la melancolía
    de los ingenuos y de los canallas
    de la retórica y los paros cardíacos
    de las endemias y las academias..."
    Mario Benedetti (fragmentos)

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  14. Orlando, soy Lola, libriana y tigre, tengo 12 años más q vos. Sos genial, mi marido con sus 91, te admiraba, se molestaba mucho cuando en el programa, 6 7 8, interrumpían tus comentarios, te seguía desde siempre,(mi empleo del tiempo pasado es porque se fue el dos de julio), fue periodista en La Prensa de los Paz, hasta el 68. Proyectaba escribir, había logrado adquirir confianza con el teclado de la PC pero su corazón nos jugó en contra. Desde mis casi 83, te digo la edad es un número, tan sólo eso.
    Respecto al amor yo lo viví con él durant los 44 años que permanecimos junto, eso sí sabíamos que éramos unos priviligiados por vivir de una manera que pocos conocen, siempre recordaba eso cada vez que nos abrazábamos.
    Admiro tu inteligencia y tu destreza para manejar la ironía. Te leo y escucho siempre y lo seguiré haciendo por muuucho tiempo más. Un abrazo doble por él y por mi.

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  15. Espero encontrar muchas más de éstas cartas, viniendo de vos o de cualquier otro alguien. Y algunos comentarios también muy buenos. Abrazos.

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  16. Estimado Orlando, yo también estoy en los 70 ( de edad, claro) y creo que somos privilegiados por que vivimos todos los grandes cambios. Y si tenemos memoria, vimos pasar tantas cosas desde los gobiernos y la política, que sabemos en cada caso, a que atenernos. Nadie cambiará nuestro rumbo. Ya somos viejos para eso. Entonces, está bien que luchemos para hacer oir nuestras ideas...mientras el cuerpo aguante...y usted lo hace muy bien!!
    Cuídese mucho...me hace muy bien escucharlo y leerlo. Estoy enferma y me hace mucho daño el "periodismo" actual...y los jerarcas del "campo"...y los malos políticos. Usted es un alivio entre tanta malaria. Es bueno saber que alguien piensa como uno, se llega a creer que uno está loco. Usted me dá fuerza para seguir luchando por mi vida. GRACIAS!!

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  17. Gracias, Orlano Barone, porque me acompañás en lo que siento y pienso que le ocurre al gobierno de Cristina: actúa y del otro lado se responde con un discurso previsible, que desoye o desconoce lo que el gobierno ha actuado. Gracias por ser coherente, por ser valiente y dejar espacios y buscar los que no te inviten a traicionarte, aunque sé que no lo harías. Gracias por no abandonar la lucha; gracias por encontrarte en la radio, en el canal 7 y en tu blog.

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  18. orlando...que pelotudo que sos macho!!! defendes lo indefendible!!!

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  19. Tilla:

    Poca cosa, si querés escribir, por lo menos
    comentá sobre la carta.
    Supongo que la lectura, más allá de la revista
    paparzzi, no te interesa, pues lo demás te resulta dificil de entender

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